La Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada (AMESP) asesora a directivos, locatarios, empleados y trabajadores para prevenir y combatir la inseguridad prevaleciente en la Central de Abasto (CEDA) de la Ciudad de México.
Verónica Torres Landa Castelazo, Directora Ejecutiva de esta asociación que agrupa a las 77 empresas más grandes e importantes que actúan en el país, advirtió que sólo contando con personal capacitado se podrán establecer protocolos de seguridad estratégica para contar con un adecuado plan de seguridad, corredores seguros, comités de seguridad, coordinación con autoridades locales de seguridad pública, atención de emergencias, directorios telefónicos para casos de emergencia y de denuncia.
A través de un webinar planteó la forma de elaborar y poner en práctica un eficiente sistema de seguridad en las instalaciones de la CEDA, considerada una instalación estratégica de la Ciudad de México.
Destacó en su presentación que, según el análisis de riesgos elaborado para el CEDA, los delitos que más se cometen a su interior y para los cuales deben estar alertas y preparados quienes ahí actúan o acuden, son: extorsión, secuestro, robo de mercancías, robo a usuarios, robo de vehículos, bloqueo de acceso, atentados e incluso incendios (sobre éste último punto, cabe recordar lo sucedido recientemente en algunos mercados de la Ciudad de México).
Todos estos delitos, están relacionados con lo que tiene que ver en el manejo de información, el cual debe darse en el marco de una gran confidencialidad. Es decir, los propietarios, arrendatarios y locatarios deben actuar sin ostentaciones procurando compartir solo la información elemental a las personas indicadas evitando promover conductas inapropiadas (intensionales o accidentales) de sus empleados, familiares, compañeros o proveedores.
En su presentación, la directora ejecutiva de la AMESP destaca que el objetivo central del esquema de seguridad para la CEDA debe ir enfocado a la protección de todo individuo, propietario, locatario, arrendatario, empleado, proveedor e incluso público consumidor que haga uso de las instalaciones.
Para ello es necesario, dijo, realizar diversos procesos para tener control de acceso al inmueble, iluminación y mantenimiento, seguridad de personas e inmuebles, control de tránsito vehicular y peatonal, seguridad en estacionamientos, transacciones bancarias, carga y descarga de bienes y manejo de información, entre otros.
La experta hizo varias recomendaciones para contar con protocolos adecuados en materia de:
Disuasión, los sistemas de seguridad deben ser apropiados, visibles y transmitir un mensaje calro de que la seguridad se está tomando en serio.
Prevención que consiste en difundir una cultura en seguridad que permee en visitantes , locatarios y funcionarios para saber qué hacer, qué no hacer y cómo proceder para mejorar la seguridad.
Detección, deteccion de posibles amenazas de manera anticipada para poder activar los protocolos de actuación.
Retraso, que son sistemas de seguridad que tienen por objeto retardar o aplazar la acción de posibles personas o grupos que atenten contra la seguridad y los bienes materiales, como son todos los elementos de protección perimetral: enrejados, bardas, barreras vehiculares; concertinas y otras barreras.
Reacción, la cual se refiere al conjunto de actividades del personal de seguridad y respuesta que se deben aplicar para lograr la protección de los activos o la captura de los posibles delincuentes.
Puso especial énfasis en las características y requisitos que deberán contar las empresas de seguridad privada, los estrategas, los capacitadores y en general el personal contratado para llevar a cabo las labores de seguridad en las instalaciones de la CEDA.
Sobre este último punto, insistió en adoptar la cultura de la denuncia, para no dejar pasar los delitos y poder combatirlos con eficacia y eficiencia, a fin de erradicarlos, concluyó.