Por Janet Galindo
La pandemia global aumenta el desafío de hacer negocios en múltiples jurisdicciones e incrementa el riesgo de incumplimiento de las leyes, regulaciones y otras especialidades nacionales según Mario Rizo, socio de Salles Sainz Grant Thornton.
La crisis cambia la prioridad de los Directores de Finanzas (CFO) y los Directores Administrativos (CAO) al corto plazo. Se reducen a mantener las operaciones en marcha al habilitar y ajustar a un entorno de trabajo remoto y también gestionar cuidadosamente el flujo de efectivo.
“La continuidad del negocio es la prioridad. La velocidad con la que llegó la pandemia global obligó a las empresas a trasladarse rápidamente a entornos de trabajo remotos y el enfoque primario de las multinacionales es mantenerlos en marcha”, asegura Rizo.
Sin embargo, el riesgo de incumplimiento es muy alto “y la falta de atención y observancia de los requerimientos locales incrementa los problemas fiscales, multas e incluso el procesamiento de directores. También puede enfrentar riesgos para la marca y reputación corporativa en esos mercados locales”, refiere el también autor de El sucesor.
En general, las actividades marginadas por la pandemia son amplias y tienen un peso e importancia diversa en las diferentes jurisdicciones. Incluyen presentación de Generally Accepted Accounting Principles (GAAP) locales, declaraciones de impuestos para informes legales locales, cumplimiento de impuestos sobre las ventas (IVA, GFC, etc.), administración de nóminas, presentaciones de países locales y una infinidad de declaraciones estadísticas según el territorio en el que se opere, refiere Rizo.
“La nómina es un área particularmente grave en este momento. La velocidad con la que el gobierno implementó mecanismos complejos para respaldar los sistemas de nómina y reducir el desempleo, planteó un gran desafío para el cumplimiento. Estos programas son bastante variados en diferentes países”, comentó el directivo de Salles Sainz Grant Thornton.
Normalmente, para las grandes corporaciones que operan fuera de los Estados Unidos, los informes GAAP son la principal preocupación de la función de cumplimiento, mientras que el cumplimiento global, aunque es un requisito legal esencial, es un tema secundario, refiere el también catedrático universitario.
Incluso en el mejor de los casos, la gestión de cumplimiento es complicada y puede distraer a los líderes empresariales de las operaciones comerciales centrales. Además de las regulaciones en jurisdicciones individuales, las organizaciones enfrentan una complejidad más amplia que incluye diferentes idiomas, zonas horarias y múltiples firmas de servicios profesionales en diferentes países que respaldan la presentación de informes primarios, el impuesto corporativo y el impuesto a las ventas, menciona el socio de la firma de consultoría contable y fiscal.
Asimismo, el directivo reconoció que “manejar los problemas con múltiples proveedores es un dolor de cabeza, especialmente si se trata de 50 o 60 países con quizás 30 o 40 proveedores locales diferentes”.
Así, “cualquier lugar en el que tenga múltiples jurisdicciones comerciales requiere una gestión de proyectos rigurosa. Para muchas empresas internacionales, la introducción de una solución de cumplimiento global puede ayudar a proporcionar soporte adicional”, explicó Rizo.
Para las empresas de rápido crecimiento que cruzan fronteras rápidamente, o aquellas que esperan una expansión internacional una vez que comience la recuperación, la necesidad de apoyo externo es más significativa, comenta el también miembro de diversos consejos de administración.
“Muchas empresas ingresarán a los mercados con solo un pequeño equipo de ventas y es posible que no quieran, o de hecho no tengan tiempo, para establecer un equipo de cumplimiento local totalmente operativo, ya sea para contabilidad o nómina. En estas situaciones, la externalización puede resultar una táctica útil para ayudar a las empresas internacionales a avanzar con rapidez y agilidad”, explicó Rizo.
De hecho, a cuantos más países vaya una empresa, más sentido tiene la externalización. El modelo predominante para las multinacionales ahora es intentar centralizar las funciones de administración contable. Y en la medida de lo posible, minimizar los requerimientos contables y administrativos en el territorio local, recomendó el experto.
En la crisis actual, la agilidad y la escalabilidad son atributos críticos de la resiliencia y la recuperación, dijo el Socio de Salles Sainz Grant Thornton.