Avances en el tratamiento del cáncer de mama triple negativo; su incidencia es del 15 al 16 por ciento

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Dentro del cáncer de mama hay distintos subtipos, destacando el cáncer de mama triple negativo “que tiene mal pronóstico” y representa uno de los más difíciles de tratar, explicó la Dra. Gabriela Olivia Regalado Porras, Oncóloga Médica del Centro Médico ABC de la CDMX, quien tiene un Master en Oncología Molecular.

Al participar en la Sesión Académica Virtual de la Sociedad Mexicana de Oncología, Capítulo Nuevo León, celebrada recientemente, señaló que el cáncer de mama triple negativo es un padecimiento muy agresivo y que uno de los enfoques actuales del abordaje médico “consiste en explorar nuevas combinaciones de fármacos”, que ayuden a tener mejores respuestas.

Los oncólogos buscamos mejorar la supervivencia de las pacientes y ofrecerles un período libre de la enfermedad, es decir, propiciar que vivan más tiempo sin que el padecimiento regrese y así, tener una mejor calidad de vida.

Dijo que los especialistas “consideramos que el entorno neoadyuvante es uno de los escenarios más efectivos para explorar la eficacia de un tratamiento” y hemos visto que hasta “en el 30 por ciento de los casos se consigue respuesta patológica completa”.

En la toma de decisiones para establecer el tratamiento para el cáncer de mama triple negativo, continuó la Dra. Gabriela Olivia Regalado Porras, sabemos que la quimioterapia es el pilar del tratamiento neoadyuvante. Se cuenta con medicamentos con un mejor perfil de toxicidad y que tienen la capacidad de actuar dentro del tumor. También tienen un impacto específico y una mayor probabilidad de que la paciente tenga una sobrevida de hasta cinco años

Ejemplo de ello es el medicamento Nab paclitaxel unido a una molécula de albúmina, que hace que pueda penetrar más al tumor, que es el sitio donde debe de actuar. Se ha probado en pacientes con cáncer de mama triple negativo, no es tan tóxico con las células de la sangre ni con las células del sistema digestivo, lo que permite un mayor apego al tratamiento, y con esto una mejor calidad de vida y una mayor probabilidad de supervivencia a largo plazo.

Cabe mencionar que el cáncer de mama triple negativo tiene una incidencia de entre el 15 y 16 por ciento del total, motivo por el cual representa uno de los desafíos más grandes a los que se enfrentan los oncólogos.

Se denomina cáncer de mama triple negativo porque no hay una terapia blanco o terapia molecular que pueda dirigirse a este tipo de cáncer en específico. Por ello, se han realizado estudios teniendo como base la quimioterapia, que pudiera ser el tratamiento estándar para las pacientes con este padecimiento, ya que tienen una evaluación más agresiva en cuanto al cáncer debido a que son mujeres jóvenes, porque al operarse tienden a tener una recaída más pronto y porque pueden tener una enfermedad que se expande a otros órganos o al sistema nervioso central, lo que puede provocar la muerte.

Cuando se trata a una paciente con cáncer de mama triple negativo, es difícil predecir cuál será la evolución del padecimiento, del pronóstico y el tratamiento. A diferencia de otros, el subtipo del cáncer de mama triple negativo tiene un comportamiento más agresivo. En la mayoría de los casos se presenta en grado tres, y por lo general las pacientes son jóvenes que oscilan entre los 30 y 45 años de edad.

 Las características del cáncer de mama triple negativo son: menor periodo libre de tumores y mayor incidencia de metástasis funcionales. En este punto, las pacientes van a presentar hasta un 46% de metástasis en el sistema nervioso central y una mayor prevalencia de mutaciones germinales.

 La única forma para disminuir la mortalidad por cáncer de mama son los métodos de tamizaje, en este caso el ultrasonido mamario y la mamografía, que han ayudado a disminuir hasta en un 40% el riesgo de muerte por cáncer de mama porque se puede detectar en etapas tempranas, antes de que las pacientes puedan descubrir una lesión en sus mamas.