Como parte del plan para incentivar la agroecología y el respeto a la conservación del patrimonio biocultural del país, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) trabaja, en coordinación con diversas dependencias federales y el Gobierno de la Ciudad de México, para recuperar las chinampas, como sistemas de producción de alimentos sanos y de calidad.
Para ello, la Secretaría elabora un programa que incluye la capacitación en producción agroecológica, salud, arte y cultura culinaria tradicional, así como el apoyo a cadenas de distribución de alimentos sanos.
Coral Rojas, responsable del área de agroecología de la Semarnat, explicó que la importancia de la chinampa radica en los servicios ecosistémicos que presta, su tecnología única y resiliencia de miles de años, además de su belleza paisajística.
Sin embargo, precisó, el 80% de las chinampas están abandonadas y solamente alrededor del 20% son productivas. Además, enfrentan diversos problemas, como la falta de apoyos y el riesgo de desaparecer.
La Semarnat busca recuperar la importancia de estos sitios como alternativas agroecológicas, basadas en el conocimiento de la cultura mesoamericana que han sido capaces de generar agroecosistemas altamente resilientes y que aminoran los efectos del cambio climático.
Señaló que en conjunto con las Secretarías de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes (SEPI) y de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación, ambas del gobierno de la Ciudad de México, se trabaja para crear la escuela agroecológica bajo los ejes de producción agroecológica, salud, arte y cultura culinaria, encaminada a resolver problemas como contaminación de suelo y agua, uso de energías limpias, además de rescatar la biodiversidad de plantas silvestres a partir de la medicina tradicional y herbolaria y la cocina tradicional.
Otra de las acciones es el apoyo a cadenas de comercialización y distribución de sus productos, para ello se está organizando un tianguis agroecológico en el que participarán más de 30 organizaciones de productores y colectivos de Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta.
“Se trata de que su producto sea valorado no sólo por su precio o su calidad, sino por todos los servicios ecosistémicos. El objetivo es acercar a la gente a estos productos sanos y fortalecer la cadena de distribución de los productores. Esta venta directa permite una relación de comercio justo, al acortar el canal de distribución, sin intermediarios”, apuntó.
También se busca recuperar la importancia del tianguis como un espacio de convivencia, de cultura, en el que haya un diálogo de saberes, para lo cual habrá charlas con investigadores, eventos artísticos, entre otras actividades.
Coral Rojas recordó que ya existe una primera experiencia de tianguis biocultural chinampero, realizado apenas en diciembre pasado en el Museo de las Culturas Populares, en coordinación con la SEPI, el cual tuvo éxito y estimuló a los productores a continuar con esta actividad.
Finalmente, destacó que estas iniciativas cobran mayor relevancia frente a la situación que estamos viviendo: “Producir alimentos sanos, de calidad y accesibles, permite ser más resiliente y soportar más la perturbación al existir los medios básicos de proveer, por lo cual, una vez que termine la crisis, estaremos en posibilidad de concluir los últimos detalles para iniciar la apertura del tianguis agroecológico”.