Por Rubí Marcela Vázquez y Abraham Nájera
Una belleza sin igual que solo México tiene, las Cascadas Paraíso, un parque ecoturístico conformado por diez cascadas, senderos y puentes colgantes, rodeado por un espectacular bosque de helechos.
Ubicadas en el municipio de Honey, en la Sierra Norte de la entidad poblana, alimentadas por los ríos Agua Azul y Magdalena. Están muy cerca del pueblo mágico de Pahuatlán.
Cabe destacar que Honey es uno de los 217 municipios del estado de Puebla, se llama en honor al empresario Ricardo Honey, industrial textil, quien construyó en 1862 una fábrica de colorantes elaborados con resinas locales.
El municipio se encuentra en una superficie de 93.12 kilómetros cuadrados y limita con el estado de Hidalgo y con el municipio de Pahuatlán. Es parte de la cadena montañosa que compone la Sierra Madre Oriental, es una zona accidentada, de difícil acceso. Habitan pocos habitantes de Honey, la mayoría son de origen otomí.
En sus cercanías, a menos de una hora de Tulancingo podrás ver el parque, con su bellas cascadas: Arcoíris, El Salto, Cañón del Sumidero de Honey, El Beso, Senda de Luz, Duendes, Agua Clara, Fuente de Vida, Vuelo de Ángel y Paraíso.
Entre la más famosa está la cascada Arcoíris, la cual cuenta con una altura de al menos 20 metros; su caída refleja un espejo.
Para llegar a Honey se puede tomar la carretera federal 130, hacia el norte desde la mitad de camino entre Tulancingo, en el estado de Hidalgo, y Huauchinango, en el estado de Puebla.
Si quieres llegar en transporte público primero hay que llegar a Tulancingo, en la central pasan los autobuses a Pahuatlán, llega a Honey y toma la combi que te lleva a Rincón de Chila, ese transporte te deja justo frente al Centro Ecoturístico.