Para la Ciudad de México (CDMX) ha sido de gran relevancia la inclusión de la ciencia en las decisiones para enfrentar, por ejemplo, la pandemia por SARS-CoV-2, sostuvo Ofelia Angulo Guerrero, subsecretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación de la CDMX, en su participación en la mesa de análisis Diplomacia científica dirigida por la ciudad. Hoja de ruta de la Nueva Agenda Urbana después de COVID-19, que se realiza en Barcelona en el marco de la Semana de la Ciencia de Berlín 2020.
Al ahondar en qué tipo de mecanismos se han aplicado para enfrentar la pandemia, refirió la conformación de un comité científico que se reúne semanalmente para revisar las acciones que la ciudad ha tomado y asumir nuevas.
“Desde antes de iniciar la contingencia se creó una red de instituciones (RED ECOs) que viene trabajando en conjunto con el gobierno de la ciudad y esto ha sido muy importante para enfrentar al COVID-19; empezamos a trabajar de inmediato”.
La subsecretaria también aludió a la decisión de crear una fábrica para la producción de mascarillas N95, porque desde que empezó la emergencia ante la escasez respectiva, la Ciudad en conjunto con la UNAM y una empresa conformaron un grupo para iniciar la producción de estos dispositivos.
En el inicio de la mesa, Alexis Roig, consejero delegado de Scitech DiploHub (Barcelona, Ciencia y Tecnología Centro de Diplomacia), habló sobre el papel cada vez más relevante de las ciudades en la gobernanza global y cómo las metrópolis trabajan para resolver los retos más urgentes e implementar la Agenda 2030.
Por su parte, Saskia Bruines, teniente de alcalde de La Haya, concejal de Asuntos Económicos, Asuntos Internacionales y Servicios Municipales, refirió que esa ciudad es parte del Movimiento 100 ciudades resilientes (100 Resilient Cities Movement), y que en el último año han tenido mucha conexión con otros países para ver el desarrollo de la pandemia.
Al respecto, dijo que la semana pasada presentaron en La Haya un plan de recuperación de COVID-19, con presupuestos para ayudar a los habitantes, negocios y organizaciones.
Darán, dijo, más atención a una nueva economía al impulsar el conocimiento, la tecnología e innovación. “Invertir en la economía del futuro es muy importante para ser más resilientes en tiempos difíciles. En ese sentido, la cooperación internacional también es importante”.
En la crisis del COVID-19, apuntó que la necesidad de una interacción internacional efectiva que transforme realidades locales se ha vuelto muy clara. “La cooperación internacional entre estados ha sido más necesaria que antes y ha funcionado”.
Francois William Croteau, responsable de Smart City, TI, Innovación y Educación Superior en Ciudad de Montreal, subrayó que en esta ciudad canadiense se apoya a la investigación científica, y se colabora con la academia para desarrollar proyectos de innovación y aumentar la resiliencia de la ciudad.
“Creemos que la seguridad alimentaria y la movilidad son componentes importantes de la Agenda 2030. Para alcanzarla, las ciudades van a necesitar colaborar con sus líderes locales de innovación y ciudadanos y compartir mejores prácticas para facilitar la implementación de nuevas ideas. Esta crisis nos enseña que es más importante que nunca mejorar nuestra colaboración con otras ciudades”.
El director del Instituto de Estudios Avanzados de París, Saadi Lahlou, indicó que esta institución invita a científicos extranjeros a realizar investigación en la ciudad. La capital gala provee la ciudad y los recursos para financiar la estancia.