(Agencia UNAM) Un estudio de la Universidad de Zúrich, Suiza, descubrió que el cerebro femenino y masculino procesa de forma diferente ante los comportamientos generosos y egoístas.
El análisis reveló que un comportamiento generoso de las mujeres libera una señal de recompensa más fuerte, en tanto, en los hombres responden más al egoísta.
Para el desarrollo del estudio el equipo de investigación examinó las áreas cerebrales que se activan cuando se toman esas decisiones, publicó el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en su revista de divulgación.
De acuerdo con la investigación, el estriado, situado en el interior de los hemisferios cerebrales, tiene relación con el sistema de recompensa, puesto que se activa cuando se toma una decisión.
Durante el proyecto, los científicos observaron que en las mujeres el estriado se activó cuando se comportaban de manera generosa, en tanto en los hombres se puso en funcionamiento al momento de guardar el dinero y no compartirlo con nadie.
Sin embargo, al hacer una segunda prueba, donde se administró a los participantes un antipsicótico (amisulprida) que reduce la neurotransmisión de dopamina en el cerebro, y por consecuencia, en el sistema de recompensa, las diferencias fueron significativas.
En esta etapa, las mujeres tendían a mostrarse más egoístas y los hombres altruistas. Ante esos resultados, el coautor del estudio, Alexander Soutschek dijo que la recompensa y los sistemas de aprendizaje en el cerebro trabajan en estrecha cooperación.
“Los estudios empíricos muestran que las niñas son recompensadas con elogios al realizar un comportamiento generoso, lo que implica que sus sistemas de recompensa aprenden a esperar algo a cambio de ayudar a alguien, en vez de tener un comportamiento egoísta”, mencionó.
Mediante los resultados, Alexander Soutschek destacó que las diferencias entre géneros podrían atribuirse a las expectativas culturales que se inculcan a ambos géneros.