Autoridades chinas expulsaron hoy a David Missal y le revocaron la visa de estudiante alemán de periodismo, después grabar un documental sobre la persecución que viven defensores de derechos humanos en China, como parte de una tarea académica.
David Missal viajó este domingo a Alemania, después de que las autoridades chinas le negaron una nueva visa para completar sus estudios de posgrado de periodismo en la prestigiosa Universidad Tsinghua de Beijing.
El estudiante alemán de 24 años afirmó este domingo que su expulsión de China estaba relacionada con el minidocumental que produjó para su programa de maestría sobre la difícil situación que afrontan abogados de derechos humanos en China.
El joven alemán, quien estaba por iniciar el segundo año de una beca de dos años de intercambio académico, impulsada por el instituto Deutscher Akademischer Austauschdienst, expresó en un mensaje en Twitter su tristeza “por haber sido expulsado de China”.
“Estoy triste por haber sido expulsado de este país y que todavía me gusta debido a todas las personas maravillosas [que] estoy dejando atrás”, escribió el estudiante en su tuit, según un reporte de la cadena alemana Deutsche Welle.
En tono de burla ante las autoridades, Missal también señaló que ahora era un experto “declarado” en China y utilizó una palabra en alemán que también puede significar “expulsado”.
Para su documental, Missal entrevistó a varios abogados y la esposa de Wang Qanzhang, un activista detenido y sentenciado a 13 años de prisión el mes pasado, después de ser declarado culpable de “subversión del poder del Estado”.
A pesar de obtener la aprobación de su profesor, la universidad estaba molesta porque había presentado un documental en el que destacaba la difícil situación de abogados de derechos humanos que habían sido arrestados recientemente por las autoridades chinas.
De acuerdo con el diario Prensa Libre de Hong Kong (HKFP), el estudiante había sido advertido dos veces en contra de grabar un tema políticamente sensible en China, pero siguió adelante porque quería “aprender sobre la sociedad y la política china”.
El estudiante, oriundo de Osnabrück, en el noroeste de Alemania, fue detenido a principios de este año durante un viaje a la central ciudad china de Wuhan con el abogado Lin Qilei, que buscaba visitar a otro activista encarcelado.
En una entrevista a la agencia DPA, Missal dijo que era consciente de la falta de libertad de prensa en China, aunque ahora con su expulsión lo veía “con tus propios ojos”.
China ocupa el puesto 176 de 180 países en el índice World Press Freedom de 2018 y es uno de los países con más periodistas y blogueros encarcelados, según datos de la organización Reporteros sin Fronteras.
Además, los medios estatales chinos reciben instrucciones regulares sobre qué temas delicados no deberían incluirse y la Internet está estrictamente censurada.