China ordenó una investigación sobre una investigación que creó los primeros bebés modificados genéticamente del mundo, una medida que sería la primera novedad médica, pero que ha generado un aluvión de críticas de la comundad científica internacional.
Mientras los expertos dudaban sobre este avance y otros lo criticaban como una forma moderna de eugenesia (aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana), la Comisión Nacional de Salud de China ordenó una “investigación inmediata” sobre el caso.
El científico, He Jiankui, de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur de la ciudad de Shenzhen, dijo que utilizó una herramienta de edición de ADN llamada CRISPR para alterar los genes de una gemelas y hacerlas resistentes a la infección por el virus del Sida.
La comisión ha apuntado que está “muy preocupada” y ha ordenado a las autoridades sanitarias provinciales “que investiguen inmediatamente y clarifiquen el asunto”, reportó la agencia de noticias oficial Xinhua..
“Tenemos que ser responsables por la salud del pueblo y actuaremos en esto según la ley”, señaló en un comunicado. También el comité de ética médica de Shenzhen ha abierto una investigación.
La edición de genes es una solución potencial para las enfermedades hereditarias, pero es extremadamente controvertida porque los cambios se transmitirían a las generaciones futuras y podrían llegar a afectar a todo el conjunto de genes.
Investigadores de fertilidad de todo el mundo se apresuraron a denunciar tanto la forma en que anunció su trabajo (con un video de YouTube y en una entrevista) como el trabajo en sí.
Los científicos suelen presentar su trabajo en revistas, que analizan sus datos y métodos y, por lo general, también invitan a otros expertos en el campo a verificar errores antes de que se publiquen.
Algunos expertos también indicaron que el furor que rodea el caso muestra que puede ser el momento de legalizar ese trabajo y crear un marco regulatorio para garantizar que se realice de manera segura y ética.
La investigación ha sido fuertemente criticada por científicos e instituciones chinos. La universidad donde trabaja, dijo que había estado de licencia no remunerada desde febrero y su investigación es una “grave violación de las normas y ética académicas”.
“Este trabajo de investigación fue llevado a cabo por el profesor He Jiankui fuera de la escuela”, señaló ayer la universidad.
La universidad de He ha advertido que esta investigación es una “grave violación de la ética y los estándares académicos”. Expertos de todo el mundo ya la han condenado por considerar que esta práctica es monstruosa y peligrosa.
Esta no es la primera vez que los investigadores chinos experimentan con la tecnología de embriones humanos, y en septiembre pasado, los científicos de la Universidad Sun Yat-sen utilizaron una versión adaptada de la edición de genes para corregir una mutación causante de la enfermedad en embriones humanos.
También hay una historia de fraude dentro de la comunidad académica de China, incluido un escándalo el año pasado que llevó a la retirada de 100 documentos académicos “comprometidos”.