Científicos y no políticos deben resolver la escalada contaminante que se registra desde hace 52 días en la Ciudad de México que pone en riesgo la salud de más de 20 millones de personas, de las cuales 22 mil han perdido la vida por enfermedades relacionadas con la mala calidad del aire, señaló la diputada Ana Juana Ángeles Valencia.
Consideró urgente practicar auditorias y verificaciones ambientales a todas las empresas derivadas de comercios, industrias y servicios que contribuyen a la contaminación ambiental cotidianamente con productos tóxicos que se ubican en las 16 delegaciones capitalinas, a través de los medios que le confiere la Ley Ambiental del Distrito Federal para ordenar la reparación de daños, sanciones y en su caso, ordenar cierres definitivos.
Ejemplificó el caso de la fábrica de vidrio Owens Corning, ubicada en Avenida Acueducto 459, colonia San Rafael Ticomán, de la Gustavo A. Madero que emite gases tóxicos cotidianamente en perjuicio de los habitantes de la Unidad Habitacional FOVISSSTE-Ticomán y de los alumnos de la Escuela Primaria Andrés Iduarte, entro otros grupos sociales.
En este sentido exigió al Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, el cierre o la salida definitiva de esta empresa de la Ciudad de México, así como las sanciones inevitables y la reparación de daños generados a las comunidades aledañas y del resto de la capital del país.
Recordó que el 12 de abril presentó un Punto de Acuerdo donde exhortó a la secretaria del Medio Ambiente, Tanya Müller, para que sin distingo alguno ordene auditorias y verificaciones ambientales a todas las empresas derivadas de comercios, industrias y servicios, que contribuyen a la contaminación ambiental cotidianamente con productos tóxicos, que aparecen en el inventario empresarial.
Expresó que ninguno de los dueños de las industrias ni las organizaciones de auto transportistas se han manifestado con alguna propuesta que ayude a bajar los altos índices contaminantes cuando son ellos los que más dañan al medio ambiente, satanizando a los automovilistas como los principales causantes de la mala calidad del aire.
Afirmó que a los secretarios de Obras, Édgar Oswaldo Tungüí, de Movilidad, Héctor Serrano Cortés y a Tanya Müller, del Medio Ambiente, no les interesa dar una solución a los habitantes de la Cuenca del Valle de México, sino responder a compromisos económicos, además de manifestar desprecio hacia el órgano legislativo de la Ciudad de México porque en dos ocasiones que les llamó a comparecer y no asistieron para informar al respecto.
En ese sentido, afirmó, es necesario que los ambientalistas reconocidos y científicos de la UNAM, del Instituto Politécnico Nacional, de la Universidad de la Ciudad de México, principalmente, acudan a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) a proponer alternativas integrales de solución y no sólo ocurrencias verborréicas como las de aplicar dobles no circula sabatinos y, en este caso, dos doble no circula en un lapso de 24 horas o el de “Mas x coche”, implementado por Héctor Serrano que no han solucionado el grave problema ambiental.
Ángeles Valencia recordó que la exposición prolongada a un contaminante puede reducir en varios años la esperanza de vida de un ser humano, además de ser un factor de riesgo para la salud de las personas, llegando a producir enfermedades y otros trastornos.
El aumento de los niveles de contaminación en las ciudades se ha visto reflejado en un incremento en los ingresos hospitalarios y en el registro de más casos de enfermedades cardiovasculares y pulmonares como la neumonía, bronquitis y asma, entre otros, sostuvo.
Hizo referencia a información generada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) respecto a que la mortandad ha aumentado a causa de la contaminación ambiental donde la polución es uno de los primeros riesgos para la salud.
Alertó que la alta tasa de contaminación en las ciudades incrementa un 20% el riesgo de padecer cáncer de pulmón.
Citó datos de la OMS en torno a que anualmente 4,3 millones de personas mueren prematuramente por enfermedades atribuibles a la contaminación del aire interior causada por el uso de combustibles sólidos ineficientes para cocinar y la relación estrecha con la pobreza.
Entre las causas de defunciones destacan que el 12% padeció neumonía; 34% presentó accidente cerebrovascular; 26% a cardiopatía isquémica; 22% a neumopatía obstructiva crónica, y 6% a cáncer de pulmón.
