El cierre parcial de la Administración de Estados Unidos ha supuesto una pérdida de 3 mil 600 millones de dólares desde su inicio el 21 de diciembre y, de durar otras dos semanas, sumará 6 mil millones, un coste superior al que la Casa Blanca requiere para construir el muro con México, según la agencia S&P Global Ratings.
Esta entidad crediticia afirma que con 15 días más de cierre de Gobierno la economía estadounidense perderá más que los 5 mil 700 millones de dólares que el presidente del país, Donald Trump, está pidiendo a los demócratas en los nuevos presupuestos para la construcción del muro en la frontera sur con México.
En una nota remitida a sus clientes, la economista jefe de la entidad, Beth Ann Bovino, calcula que el cierre parcial del 25 % de la Administración cuesta al Producto Interior Bruto del país mil 200 millones de dólares por cada semana sin acuerdo entre los dos principales partidos del Congreso.
Aún así, advierte la agencia, este coste podría aumentar conforme más tiempo pase.
De momento, se trata del segundo cierre más largo de la historia de EU, sólo superado por el ocurrido durante el mandato de Bill Clinton, en 1995.
Sin embargo, de durar una jornada más superará esta marca con 22 días con la Administración paralizada.
“El impacto de este cierre de Gobierno tiene costes económicos directos e indirectos. Los indirectos incluyen vacaciones canceladas a parques nacionales, museos y monumentos, o negocios perdidos con contratistas que hacen trabajos para el Tío Sam. Mientras que un cierre corto podría no suponer cambios en los planes de negocio, uno más largo sí podría forzar a reducir personal”, señala la nota.
Donald Trump se niega a aceptar cualquier propuesta para abrir el Gobierno que no incluya financiación para la construcción del muro en la frontera sur, algo que los demócratas rechazan de plano a la hora de aprobar los presupuestos anuales.
El Gobierno de Trump afronta el cierre del 25% de la Administración, situación que afecta a unos 800 mil empleados que han dejado de percibir su salario, y ha trastocado el funcionamiento de distintos espacios turísticos o las actividades de agencias a las que no se les han asignado nuevos recursos.