Las personas que viven en regiones más frías, con menos luz solar, consumen más alcohol, lo que se asocia a un incremento de cirrosis, según una nueva investigación desarrollada por un equipo de Estados Unidos, México y España.
El objetivo del estudio, publicado en la revista especializada “Hepatology”, fue investigar si el clima tiene un efecto causal en el consumo de alcohol y su peso en la cirrosis.
“Este es el primer estudio que demuestra sistemáticamente que en todo el mundo y en Estados Unidos, en áreas más frías y en áreas con menos sol, tiene más alcohol y más cirrosis alcohólica”, señaló el autor principal Ramon Bataller, del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh (UPMC).
Utilizando datos de la Organización Mundial de la Salud , la Organización Meteorológica Mundial y otras bases de información, el grupo encontró una correlación negativa entre los factores climáticos (temperatura media y horas de luz solar) y el consumo de alcohol.
La UPMC destacó en un comunicado que el alcohol es un vasodilatador: aumenta el flujo de sangre caliente a la piel, que está llena de sensores de temperatura, por lo que beber puede aumentar la sensación de calor.
Los investigadores analizaron datos de 193 países y 50 estados de Estados Unidos, entre ellos registros de consumo de alcohol, patrón de consumo e indicadores de salud.
Los parámetros climáticos comprendieron la clasificación de Koppen-Geiger, el promedio anual de horas de sol y la temperatura promedio anual.
Los investigadores también encontraron evidencia de que el clima contribuyó a una mayor carga de enfermedad hepática alcohólica.
Entre los autores que participaron en esta investigación figura Mónica Cruz-Lemini, de la Universidad Nacional Autónoma de México en Juriquilla, Querétaro, así como José Altamirano, del Hospital Quirónsalud en Barcelona, España.