Las comunidades científica y médica rechazaron la afirmación no respaldada de que el nuevo coronavirus se originó en un laboratorio en Wuhan, China
Las comunidades científica y médica no se tragan la afirmación no respaldada de que el nuevo coronavirus se originó en un laboratorio en Wuhan, China, dijo un reconocido experto estadounidense.
“Las comunidades científica y médica no realizan esas afirmaciones”, dijo en una entrevista reciente con Xinhua William Schaffner, profesor de Medicina Preventiva en el Departamento de Política de Salud y profesor de Medicina en la División de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt.
“Nos gustaría trabajar en colaboración con personas de todo el mundo sobre el coronavirus y otros problemas de salud pública. Esperamos trabajar con nuestros vecinos de todo el mundo para beneficiar a las personas en todas partes”, dijo el influyente especialista en enfermedades infecciosas.
Cuando se le preguntó sobre las respuestas de los países a la pandemia, Schaffner dijo que en su opinión “al ser calificados, todos los países, incluido EEUU, tendrán algunas calificaciones altas y otras bajas”.
“Fuimos muy lentos en comenzar las pruebas y todavía no estamos realizando las pruebas suficientes y tenemos que llevar a cabo un distanciamiento social aún más exhaustivo que antes”, dijo el profesor sobre la gestión de la pandemia en Estados Unidos.
Sobre los dos pacientes del estado de California que habían muerto de COVID-19 al menos tres semanas antes de la primera muerte conocida por el virus en Estados Unidos el 29 de febrero, Schaffner dijo que esto “nos dice de nuevo que hemos estado persiguiendo este virus. Pensamos que sabíamos cuándo llegó el virus a Estados Unidos, pero no era así, llegó mucho antes y estaba comenzando a propagarse mucho antes de que lo reconociéramos”.
“Se parece a la influenza. Y esta fue la temporada de influenza y nadie se dio cuenta de que teníamos un nuevo virus. Así que el virus llegó mucho antes de lo que sabíamos”, dijo, y agregó que “el verdadero problema es avanzar y hacer todo lo que esté en nuestras manos para mantenerlo lo más contenido posible”.
“Todos estamos esperando una vacuna. Si tenemos una buena vacuna, eso cambiaría el juego. Hasta entonces, lo que tenemos es el distanciamiento social”, dijo.
El experto en salud pública elogió a los científicos estadounidenses y chinos que están trabajando arduamente para conseguir una vacuna contra la COVID-19.
“Así que debemos seguir enfatizando las cosas buenas y obtener esa vacuna, para que podamos usarla en beneficio de todos”, dijo. “Esperamos con interés las vacunas que se están produciendo en China y que están ahora en fase de prueba”.
“Y estoy seguro de que también (desde China) están siguiendo a los que están trabajando en Occidente (para encontrar una vacuna) porque una vez que consigamos nuestra vacuna o tal vez más de una, entonces necesitamos fabricarla y distribuirla para el beneficio de las personas en todo el mundo”.
“Desde el punto de vista de la salud pública, creo que una buena prueba de anticuerpos confiable sería muy útil. Le dirá a la gente en muchos países dónde está el virus y cuán importante es en diferentes partes del país”, dijo. Fin