Con fe y devoción, pobladores Xochimilcas cargan a cuestas más de una tonelada

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  • Cruz de madera es bajada del cerro para ser venerada durante cinco días.
  • Creyentes colocan grandes cendales en agradecimiento a los milagros.

Habitantes del pueblo de Santa Cruz Xochitepec, Xochimilco, se alistan para vivir con gran alegría y devoción una de las mayores tradiciones: La fiesta de la Santa Cruz.

Al ritmo de la tambora, flores y comida, los habitantes se reúnen para llevar a cabo esta gran festividad, que da inicio el día 2 de mayo con la bajada de la monumental cruz de madera, la cual se encuentra en la punta del cerro del pueblo. Este ritual congrega a más de 50 hombres oriundos de Xochitepec, conocidos como “los cargadores” quienes se encargan de llevar sobre sus hombros esta tarea.

Luis Ángel Díaz Morales, originario del pueblo, quien honra y venera a la Santa Cruz desde su infancia, nos platica que el descenso de la misma comienza desde las seis de la tarde, entre la adrenalina y mucho esfuerzo concluye la encomienda : bajar una cruz que pesa una tonelada y media, “sólo es posible con fe y devoción”, asegura.

Al llegar al atrio de la iglesia, familias enteras esperan a la Santa Cruz para realizar una ceremonia de velación como gratitud por todas la bendiciones recibidas durante el año, además es postrada y venerada durante cinco días antes de ser colocada nuevamente en la punta del cerro. A lo largo de ese tiempo la gente coloca numerosos cendales que adornan y visten con alegría la fe de un pueblo entero.

Los cendales son grandes lienzos de tela de diferentes colores y texturas, donde los creyentes escriben el agradecimiento por el milagro concedido o alguna petición que lleven a la Santa Cruz.

“Sentimos una gran alegría por ser pertenecientes a este pueblo, por ser identificados como los pobladores que cargan a cuestas su identidad, creencias y la fe de su pueblo” concluye Luis Ángel.