“Con trabajo comunitario, hacemos mejor nuestra ciudad y generamos conciencia para no infringir la ley”, afirmó Mauricio Tabe, alcalde de Miguel Hidalgo, al encabezar el arranque del programa de trabajo comunitario para infractores cívicos, quienes en lugar de pagar multas económicas, resarcen sus faltas con jornadas de limpieza y restauración en espacios públicos.
En colaboración con la Consejería Jurídica y de Servicios Legales de la Ciudad de México, un grupo de 15 infractores participó este sábado en tareas de recolección de basura, jardinería y mantenimiento en el parque Reforma Social, como parte de las acciones para embellecer las áreas verdes de la alcaldía.
“Hoy arrancamos en Miguel Hidalgo este programa para que quienes cometieron una falta administrativa trabajen en favor de la comunidad, en lugar de pagar multas económicas. Estas jornadas serán permanentes y nos ayudan a mejorar nuestras calles y colonias”, señaló Tabe.
El programa, que se llevará a cabo una vez al mes, tiene como objetivo ofrecer alternativas al pago económico de sanciones administrativas, tales como fotomultas o infracciones por circular a exceso de velocidad.
César Garrido López, director general de Gobierno y Asuntos Jurídicos de la alcaldía, destacó que estas jornadas son posibles gracias a la coordinación con la Consejería Jurídica:
“La respuesta de los infractores ha sido positiva, y seguiremos fortaleciendo esta estrategia con nuestros compañeros de Servicios Urbanos”, puntualizó.
David Rodríguez Lara, titular de la Dirección Ejecutiva de Servicios Urbanos, explicó que se asignan tareas como barrido, recolección de residuos, siembra de plantas y mantenimiento general del entorno.
“Aprovechamos la temporada de lluvias para plantar y reforestar con esta fuerza de trabajo que acude voluntariamente a cumplir su sanción”, dijo.
Por su parte, Ariadna Álvarez González, de la Dirección Ejecutiva de Justicia Cívica, explicó que quienes cometen faltas como exceso de velocidad, acumulación de infracciones o violaciones al Reglamento de Tránsito, pueden optar por este modelo de reparación comunitaria, el cual también incluye cursos obligatorios en línea o presenciales sobre cultura cívica y vialidad.
Varios infractores participantes coincidieron en que esta opción no solo permite cumplir con la ley, sino también retribuir a la comunidad y reflexionar sobre el impacto de sus actos.