Conoce el Síndrome del Atracón

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CDMX 25/12/2017.- Hoy en día, la palabra “atracón” puede sonar extraña y novedosa, pero en realidad describe un síndrome que cada vez es más común en nuestra sociedad, sobretodo en los jóvenes.

Actualmente es el desorden de alimentación de mayor incidencia. Los manuales de diagnóstico informan que entre un 15 a 50% de las personas en tratamiento para adelgazar padecen del Síndrome del Atracón; otros autores informan tasas aproximadas del 30%.

El Síndrome del Atracón, consiste en un impulso irrefrenable de comer, ingiriendo una gran cantidad de comida en poco tiempo, generalmente menos de dos horas, cuando esto ha sucedido la persona siente culpa y desánimo.

Pero a diferencia de quien padece bulimia, no realiza estrategias compensatorias inadecuadas, como la incitación al vómito, los laxantes, o el ejercicio exagerado.

Otra diferencia con la bulimia es que ésta suele presentarse en mujeres, mientras el atracón sucede en ambos sexos.

El Síndrome del Atracón no es simplemente una costumbre más o menos estrafalaria o fastidiosa, sino un auténtico trastorno de la conducta alimentaria, que puede tener importantes efectos perjudiciales sobre el peso, provocando en algunas ocasiones obesidad y, por tanto, sobre la salud. Así también se presenta en el 50% de las personas con sobrepeso u obesidad.

Para establecer que una persona sufre este trastorno, se deben tomar en cuanta entre otros criterios, el de la frecuencia de los episodios, que deben repetirse al menos dos días a la semana, durante un mínimo de seis meses.

De igual manera se debe determinar en primer lugar si realmente existe un problema.

Por ello la Asociación Americana de Psiquiatría, ha establecido algunas características comunes de comportamiento, definidas por el consumo en un periodo de tiempo corto (2 horas aproximadamente), de una gran cantidad de comida, la cual es definitivamente mayor a la que se consume usualmente en un periodo similar bajo circunstancias similares, encontrando un sentimiento de falta de control y vergüenza sobre el episodio de abuso de comida: la persona siente que no puede dejar de comer o controlar qué y cuánto come.

La principal característica es el sentimiento de pérdida de control. Esto es lo que distingue la presencia del “Síndrome de Atracón”, al abuso de la comida o la simple indulgencia.

La causa precisa de por qué el desorden se origina aún es desconocida. Sin embargo, al igual que en otros desórdenes de alimentación, existen ciertos factores psicológicos que pueden predisponer a la persona a sufrir estos episodios. Entre los más importantes se pueden destacar:

* Relaciones disfuncionales, especialmente con miembros de la familia

* Baja autoestima

* Depresión: más del 50% de las personas con Síndrome de Atracón reportan deprimirse alguna vez en su vida

* Problemas en manejar emociones: estudios indican que las personas con este síndrome tienen más problemas en manejar sus emociones como el estrés, enojo, tristeza, aburrimiento, soledad, preocupación, etc.

* Personalidad impulsiva

* Sentimientos de falta de control sobre sus acciones y el aislamiento

El hacer dietas restrictivas mantiene una relación directamente proporcional con el atracón. A mayor restricción alimentaria, mayor probabilidad de descontrol y desorden con la comida.

Como consecuencia aparece el aumento de peso dando lugar a importantes cuadros de sobrepeso y obesidad.

Comer demasiado poco genera una presión psicológica y fisiológica que conduce a la sobreingesta. Sin embargo, la relación entre los atracones y la historia de dietas aún no se ha comprobado.

Debido a que las personas con Síndrome de Atracón están a mayor riesgo de obesidad, los principales problemas de salud que presentan están asociados a: hipertensión, diabetes y enfermedad cardiovascular.

Si usted se identifica con estos síntomas o considera que un ser querido puede estar sufriendo este desorden de alimentación lo primero que debe hacer es buscar ayuda profesional.

El tratamiento se debe centrar en lidiar con los problemas emocionales y en reestablecer una relación saludable con los alimentos, y un estilo de vida sano en general, que incluya tanto una dieta balanceada como ejercicio regular.

Haga un horario de comidas y cúmplalo. Incluya 3 tiempos de comida livianos durante el día. Este quizás es el elemento más importante, ya que hace que sustituya los atracones por comidas formales y planeadas a sus necesidades fisiológicas y no cambios emocionales.