Conoce los destinos mexicanos más tenebrosos y llenos de misterio

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El misterio y las leyendas que hablan sobre sucesos macabros y paranormales están presentes en todos los rincones de México, muchos de ellos motivados por el pasado prehispánico o colonial del país y otros tienen su origen en hechos trágicos que son el origen de leyendas de aparición de almas en pena y fantasmas. Hay casas, edificios, panteones, hospitales y hasta pueblos enteros donde la atmósfera de misterio y las historias paranormales llaman la atención de visitantes y gente local.

Halloween y los festejos de Día de Muertos son un periodo en el que, además de contar con tiempo libre, el ambiente lúgubre puede inspirar la visita a lugares de este tipo. Por eso, ClickBus recomienda los siguientes destinos en México que te ofrecerán recintos con esa sensación e historia de abandono y sobrenatural.

 

Minesbalam, Yucatán. Ubicada en la Subcomisaría de Santa María Yaxché del municipio de Mérida, esta ciudad fue abandonada por sus habitantes de manera misteriosa. Existen dos teorías: las constantes apariciones paranormales en el pueblo, y una escasez de agua. Es un destino interesante para los amantes de lo paranormal, pues se dice que el espíritu de un niño llamado Julián, quien fue habitante de Minesbalam, ronda por el pueblo; también se habla de un monje que por las noches aparece en el techo de la iglesia del lugar. Escuchar voces, ruidos extraños y ver cómo se prenden focos en casas abandonadas son parte de la visita.

 

La casa del diablo, Cholula, Puebla: esta peculiar casa se encuentra en el municipio de San Andrés Cholula y data del siglo XVII. Su principal característica son las escrituras en latín, plasmadas al revés, sobre las paredes y vigas; los múltiples dibujos y formas hechas con piedras incrustadas en los muros, entre las que destacan aquellos que aparentan una representación teatral sobre la pasión de Cristo y los monos con sombreros eclesiásticos que han sido ligados con seres demoniacos. Puedes visitar y adentrarte en el misticismo del recinto de lunes a sábado desde las 11 de la mañana a las 7 de la noche.

 

Isla de las Muñecas, Xochimilco: un punto emblemático de la Ciudad de México, específicamente de la alcaldía Xochimilco, es la Isla de las Muñecas, situada en medio de los canales del lago. A través de un paseo en lancha puedes visitar este tétrico espacio rodeado por muñecas viejas, sucias y hasta mutiladas, colocadas ahí, supuestamente, para calmar el alma de una niña que atormentaba a Don Julián, creador de esta isla y del ambiente que atrae a miles de visitantes año con año.

 

Panteón Inglés de Mineral del Monte, Hidalgo: este cementerio fue nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y su principal atractivo son las lápidas abandonadas, algunas de ellas entreabiertas, que crean un ambiente lúgubre acentuado por altos árboles y la altura de la montaña en que se encuentra.

Si no te atreves a un recorrido nocturno por el lugar, puedes visitarlo temprano y admirar algunas de las tumbas icónicas, como la del soldado inglés que luchó en la Primera Guerra Mundial o la del payaso Richard Bell.

 

Tour de Terror, Ciudad de México: La Ciudad de México resguarda varios recintos que aseguran tener una historia sobrenatural y albergar sucesos paranormales en sus instalaciones al caer la noche, viajar a la capital es una oportunidad para tomar hacer varias paradas de miedo, como una casa embrujada, hospital tenebroso o edificio abandonado.

Una recomendación es el recorrido organizado por la Agencia Mexicana de Investigación Paranormal, que en el próximo mes organizará un circuito para visitar casas embrujadas, todos los sábados de octubre; además, acaban de agregar un hospital embrujado. La localización del lugar no es revelada hasta que haces tu registro, lo seguro es que es una experiencia llena de terror y misterio.

 

Ojuela, Durango: Se ubica entre dos grandes cerros, donde en tiempos pasados funcionaba una mina de oro, plata, zinc y manganeso, se localizaban también las casas de los trabajadores. Ojuela fue abandonado después de que la mina de Santa Rita se inundó parcialmente, lo que obligó a sus habitantes a desalojar el lugar.

En 1892 se construyó la mayor atracción del lugar: un puente colgante de 318 metros de largo y 1.80 metros de ancho, que está sobre un barranco de 95 metros de profundidad. Este puente te conecta con los túneles de la mina, los cuales puedes recorrer para conocer las condiciones en las que trabajaban los mineros en su época dorada.

Si eres “de sangre fría” y te atreves a explorar lugares con una reputación tenebrosa, cualquiera de estos espacios en México podrá expresar su historia llena de sucesos inexplicables y ponerte los pelos de punta. Sólo tienes que armarte de valor y decidir el destino ideal para ti.