El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) informa que no obstante la afectación que sufrió el Hospital General “Acapulco”, derivadas del sismo del pasado 7 de septiembre, en ningún momento se ha dejado de dar atención a los derechohabientes, recurriéndose, con base a los protocolos, a desalojar a los pacientes y referirlos a los hospitales más cercanos.
Desde que se tuvo conocimiento de las afectaciones por el sismo, el director general, Luis Antonio Ramírez Pineda, instruyó a los titulares Normativos de Salud, Ramiro López Elizalde y de Supervisión y Calidad, Sergio Barragán Padilla, trasladarse a Acapulco, para coordinar los servicios médicos y atención de la infraestructura.
Ante la contingencia, para proteger la integridad de los pacientes, se tuvo que proceder a habilitar carpas de lona plástica, al exterior del nosocomio, quienes requirieron de mayor atención o servicios fueron trasladados de inmediato a hospitales privados, con base en el seguro de siniestros con el que cuenta el Instituto.
El director Normativo de Salud, Ramiro López Elizalde, explicó que para salvaguardar la integridad de las y los pacientes, así como para dejar a las autoridades realizar el peritaje correspondiente, se desalojó el nosocomio, priorizando que las y los derechohabientes fueran referidos a las unidades más cercanas.
Además, para la atención de las mujeres embarazadas y pacientes graves de COVID-19 se han canalizado al Hospital Regional “Centenario de la Revolución” en Morelos y Hospital “Tláhuac” en la Ciudad de México, así como de los nosocomios de la Secretaría de Salud en el estado de Guerrero.
De igual manera, para fortalecer y continuar la atención médica ante esta situación extraordinaria, se instalará una unidad móvil de 20 camas para el servicio de urgencias que permitirá brindar los auxilios necesarios para su posterior referencia.
El ISSSTE cumple el compromiso de brindar atención médica de calidad y con un alto sentido de humanismo, por lo que refrenda su propósito de salvaguardar los derechos de la derechohabiencia y otorgar servicios de salud con dignidad y profesionalismo.