El presidente de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, diputado Jorge Triana Tena (PAN), aseguró que la principal traba de la participación ciudadana en el país es el corporativismo, el cual mutó al clientelismo que “busca un control de carácter electoral”.
Al participar en el Parlamento “Liberty Weekend”, con la conferencia “Participación Ciudadana y Gobierno Abierto”, precisó que en la actualidad la participación no se puede dar de forma voluntaria, sino todo tiene que ser a través de masas.
“La participación ciudadana está completamente condicionada a intervenir a través de un bloque, colectivo, sindicato, gremio o alianza. Está secuestrada por intereses políticos-electorales y no hay un incentivo para cambiar esta situación”, añadió.
Refirió que en Estados Unidos cada ciudadano participa en promedio entre 4 o 5 organizaciones civiles, mientras que en México es entre .2 y .3 por habitante. “Hay una apatía creciente por la participación individual, pero un incentivo hacia la colectiva y clientelar muy grande”.
Triana Tena argumentó que México es el único país del mundo en donde los mecanismos de participación ciudadana “están anclados a los procesos electorales. De nada sirve tener un gobierno o parlamento abierto sin la participación ciudadana legitima, porque solo son instrumentos obsoletos”.
La participación política, a través de la organización no gubernamental, está tripulada casi en su totalidad por partidos políticos, “no existe la individual, auténtica y personal, como lo hay en otras naciones”.
Subrayó que “en la medida en que se empodere el ciudadano será como se combata la corrupción, impunidad y todos los flagelos que aquejan al país. En la medida en que utilicemos el poder real que tenemos, vamos a poder combatir muchas cosas que no nos gustan”.
En la conferencia “Política de drogas, tiempos de cambio”, Fernando Belaunzarán Méndez, exdiputado federal e investigador, comentó que de acuerdo con la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) ha aumentado el consumo de estupefacientes en menores de edad, por lo que el prohibicionismo “no sirve de nada y los únicos que están ganando son las bandas criminales que se hacen ricas”.
Las drogas generan peligro y son riesgosas, pero la prohibición las hace mucho más, y la mariguana es la más consumida en el mundo, ya que ocho de cada 10 veces que se usa una sustancia ilegal es mariguana.
De regularse su consumo, los jóvenes dejarían de correr cuatro peligros inmediatos, ya que no tendrían contacto con la delincuencia, riesgos de ser extorsionados por la policía, consumir sustancias más toxicas y no tendrían contacto con drogas más duras, estimó.
Si no se cambia la política de drogas, lo que se haga en materia de seguridad no funcionará. Sin embargo, aclaró que no es condición suficiente sino necesaria y “no basta con cambiar la política y regular la mariguana para acabar con la delincuencia de la noche a la mañana, pero es un paso necesario en la dirección correcta, hay que pegarles en sus recursos a los cárteles”.
Se pronunció por trabajar en políticas de prevención a través de la información y el acompañamiento, así como desarrollo social para que los jóvenes tengan oportunidades de empleo, estudio, cultura y deporte. “Eso es mucho más sano que seguir financiando una guerra que no se puede ganar”.