El presidente de la Asociación de Internet MX, Enrique Culebro Karam, aseguró que en caso de que el gobierno federal decida ir solo y crear una empresa para llevar conectividad a las zonas más apartadas del país, resultaría muy costo.
“Sin un análisis profundo, sin un estudio o algo más formal, sería extremadamente costoso; además, las habilidades que se requieren tanto de conocimiento, como de experiencia o técnicas para llevar algo así, son difíciles de conseguir en el corto plazo; creemos que no es viable esa solución, la combinación es la mejor forma de hacerlo”, apuntó.
Cabe destacar que el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que el gobierno crearía su propia empresa para conectar con Internet a todo el país, en caso de que las empresas no participen en la licitación para la concesión de la fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad.
“Si ellos no van a comunicar al país con Internet porque no les es rentable, porque no es negocio, el Estado tiene que hacerlo. Vamos a garantizar que haya Internet en todos los pueblos, porque eso es un gran adelanto, eso ayuda en la salud, en la educación, en la comunicación, en todo”, dijo el mandatario.
En entrevista con Notimex, Culebro Karam explicó que es complicado opinar a profundidad sobre este tema, ya que no se han dado a conocer más detalles, por lo que así es difícil criticarlo o avalarlo.
Sin embargo, señaló que desde hace muchos años, en la asociación han considerado que la fórmula que funciona es una donde las empresas, el gobierno y la sociedad civil, en su conjunto, trabajan para llevar conectividad a los mexicanos.
“No tenemos ninguna evidencia, información o algún dato que haga que cambie esta premisa, al contrario, creemos que hoy en día, más que nunca se necesita la colaboración de todos los interesados para poder lograr ese ambicioso objetivo de conectar a todos los mexicanos”, apuntó.
En este sentido, el presidente de la Asociación Internet MX dijo que proyectos como la licitación de la fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) o la Red Troncal, con mejoras y una mayor claridad, pueden ser opciones viables.
“Que se aborden, que se clarifiquen, que se mejoren las que están en dudas e, inclusive, que se hagan otras iniciativas adicionales, hablando de regulación, de apoyo al sector o de canalización de recursos hacia proyectos productivos, que puedan mejorar la situación de la conectividad”, consideró.
“Creemos que la participación del gobierno se puede optimizar, sin duda, a través de políticas públicas que fomenten el trabajo que se ha hecho desde el mundo empresarial y la sociedad civil… creemos que esa es la forma más factible, que tenga rentabilidad, visión a largo plazo de lograr conectar a los mexicanos y no una visión de un lado”, agregó.
Hace unos días, el director general de la consultora The Competitive Intelligence Unit (CIU), Ernesto Piedras, señaló a Notimex que la historia y la experiencia internacional confirman que los gobiernos son buenos haciendo su papel de gobierno, es decir, en la parte legal o regulatoria, pero pésimos empresarios de telecomunicaciones.
“Cuando Telmex fue empresa gubernamental, había déficit de inversión e infraestructura, incluso, había un mercado negro; a Satmex, lo quebró dos veces el gobierno; Telecomm Telegrafos vive en números rojos; y Correos de México es una empresa tristemente deplorable”.
Consideró que pensar que el gobierno entre a operar una red de telecomunicaciones no es deseable, pues “lo que debe hacer es alinear incentivos para que empresas que sepan de tecnologías, entren y lleguen a los puntos a donde hoy el mercado enfrenta resistencia”.
La brecha digital en el país todavía es muy grande, pues 86 por ciento de las personas usuarias de Internet se ubican en áreas urbanas y el resto en rurales; además, 71 por ciento de la población urbana es usuaria de Internet y sólo el 39 por ciento de la población rural.
El reto en esta materia para la actual administración es muy grande, pues, según los especialistas, la parte que falta por conectar es muy difícil, ya que se trata de zonas geográficas de difícil acceso, lo que se traduce en altos costos.
