Crisis nacional, resultado de la incapacidad

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En mis seis décadas, y más,  de vida, nunca había padecido, sentido, soportado, sufrido, una situación de sobrevivencia como en este momento más de 120 millones de mexicanos sufren de pobreza, inseguridad, desempleo, indolencia, indiferencia, incapacidad, corrupción, impunidad, mentiras, deshonra a la palabra empeñada y todas las vergüenzas sociales, humanas, colectivas y humillantes del actual sexenio de Enrique Peña Nieto y sus corifeos del PRI.

Es indignante, intolerable que México, una nación maravillosa, autosuficiente, cultural e intelectualmente desarrollada, padezca la incapacidad de un gobierno indiferente, soberbio, incapaz, que un día sí y otro también “jode” a sus ciudadanos con el más absoluto  desinterés.

Dijéramos que la administración peñista apenas empieza, que estaría pagando el “noviciado”, pero no, lleva cuatro años cinco meses de gestión, le quedan 18 meses para que concluya… y no aprendió. Y eso de 18 meses es un decir, porque en el sexto año de gobierno, el titular en turno pasa a segundo término y se unge como figura y rey, el candidato priista “dedeado”, por el antecesor.

Esto nos lleva a aceptar que el sexenio 2012 – 2018 nunca salió del proceso de aprendizaje por lo que no tiene control de  las decisiones, del poder.

Fueron los propios priistas quienes no dejaron gobernar y humillaron a su “presidente”, que de suyo carga incapacidad, incultura, pequeñez, miedo, desconocimiento del quehacer político y gestoría social. Y digo que fueron los mismos priistas los que le descompusieron el sexenio por la corrupción, impunidad y rapacerías que cometieron, y que les permitieron,  por el descontrol y carencia de oficio político del priista # 1, como se jactan en calificarlo sus testaferros.

Y lo que más sorprende es que en los casos de transas y  desfalcos de gobernadores priistas, la sociedad, los afectados, las redes sociales alertaron, informaron, advirtieron al inquilino de Los Pinos, lo que estaba sucediendo. Lo ignoró y dio manga ancha para que siguieran saqueando a sus Estados. No abundaré en sus desmanes, porque es del dominio público, pero citaré los nombres de los “traidores” a su presidente y a su partido: Javier Duarte de Ochoa, César Duarte Jaques, Roberto Borge Angulo, Tomás Yarrington Ruvalcaba, Rodrigo Medina, Humberto Moreira Valdez, Rubén Moireira Valdez, Andrés Granier Melo, José Murat Casab, Fidel Herrera Beltrán,  Arturo Montiel Rojas, etc.

Muchos no coinciden con el periodo peñista, pero sí son actores protagónicos del descrédito  y de la impunidad, madre de todas las desgracias de este país.

En política lo que se ve, es, diría el clásico, y si alguien no tiene control de sí mismo, porque llegó al poder impulsado por una televisora privada, menos para organizar una nación; el resultado lo padecemos, México es un desastre. Pero decía que si no tiene el control, todo se le va, como el agua entre las manos. Así le sucede a Peña Nieto, a quien califique, en mi Columna del 27 de junio de 2016, como “El hombre más solitario de México” porque sus colaboradores (incluidos los mexiquenses) nunca lo han apoyado, cada quien ha jalado por su lado e  intereses político/personales (Videgaray, Miranda, Navarrete, Ruíz Esparza, Osorio), así no se puede gobernar.

Los del PRI aún no se reponen de la pérdida del poder durante 12 años (la docena trágica del PAN, Fox y Calderón) y como consecuencia siguen shockeados (criticando las gestiones azules) sin reparar que en cuatro años cinco meses no han sabido gobernar el país, por el descuido gubernamental en economía, educación, desempleo, inseguridad, pobreza, corrupción, finanzas, pese a sus mamotretos de reformas constitucionales que no resolvieron la problemática nacional y la defensa a ultranza, que hacen políticos y gobernantes del PRI.

En lo que va del sexenio se la han pasado adulando las enmiendas constitucionales peñistas, más que administrar sus carteras. Esta vez centrémonos en el aspecto de inseguridad que padecemos.

Circula en el FB, Twitter, en millones dispositivos móviles, la tragedia que narra en un video, una joven esposa que al regresar del trabajo, en equis casa de Villahermosa, Tabasco, la encuentra totalmente saqueada, de donde hasta el perro se robaron.

La ira, impotencia, coraje, emputamiento, desolación, abandono, tristeza, se refleja en el rostro y el sollozo de la joven mujer, que describe cómo fue víctima de robo, mientras ella trabajaba.

Acusa que es lamentable la tragedia nacional que soportan los mexicanos, que ya ni su propia casa es respetada. Mientras describe su desgracia, panea con la cámara, como cada habitación, cada rincón fue vaciado… explica que su caja fuerte, de la que olvidó la clave para abrir, las ratas sí pudieron saquearla –sin forzarla-. Hace un acercamiento a sus clósets y están vacíos “nos hemos quedado sin ropa, sólo tenemos la que traemos puesta”, es su uniforme.

Lo único que dejaron los infelices saqueadores fueron los muebles grandes: cama, sala, refrigerador, una cómoda… lo demás se lo llevaron, se observa.

La afectada lamenta que es tal el quebranto social que sus vecinos no se atreven a denunciar o describir la filiación de los asaltantes. “Ya nadie confía en nadie”, dice. Estamos solos, no tenemos gobierno, seguridad, apoyo vecinal.

Es desgarrador, insultante, vergonzoso el video que retrata la verdad del país: los mexicanos estamos desamparados, inseguros, a capricho y decisión del hampa, mientras los gobernantes y sus partidos se ocupan de su futuro político, económico, burocrático.

Esto sucedió en Tabasco, pero se repite en el Estado de México, Chihuahua, Veracruz, Tamaulipas, San Luis Potosí, Jalisco, Guerrero, Tlaxcala y el resto del país. En tanto, Enrique Peña Nieto, se ocupa en no perder su estado natal, por lo que ha desplegado un operativo federal regalando a los mexiquense desde una USB hasta una casa, enviando a la entidad a los Secretarios de Gabinete disfrazando la “compra de conciencia, de voto, de voluntades”, como programas sociales.

Esta violación a la ley electoral es tan burda, que la hija de quien (des) gobierna el Estado de México (Eruviel Ávila Villegas), Isis Ávila, habilitada como Presidenta Honoraria del DIFEM, se deja ver en eventos (a modo) masivos, regalando a nombre del PRI, despensas, dinero en efectivo, becas, electrodomésticos, tinacos, etc. en la más absoluta impunidad, que raya en el insulto.

Desde luego los menos culpables de esta corrupta actividad (por ser tiempo no electoral)  son los beneficiados, que utilizan como “gancho” para fines políticos. En esta aberración, el INE y el IEEM son cómplices, cuando deberían ser juez e impedir tal deshonestidad.

La desgracia de la joven esposa tabasqueña, se equipara a la insoportable ola de asesinatos, asaltos, agresiones, que a diario padecen automovilistas, pasajeros del transporte público,  transeúntes, consumidores, en cada rincón del país, al desamparo de los programas de seguridad. Mientras esto sucede,  nos enteramos que el Fiscal de Nayarit, Edgar Veytia, es detenido por el FBI, en el cruce fronterizo Tijuana/San Diego, acusado de tráfico de drogas.

En México, las “inteligentes” autoridades de Nayarit, de la PGR, de la Función Pública, Los Pinos, son humilladas y exhibidas, de que un alto funcionario local (Fiscal) es un traficante de drogas y corrupto, de lo que no estaban enteradas ¡Qué vergüenza!

Y esto es toooodos los días.

Qué podemos concluir con todo lo anterior. Sencillo… El país está fuera de control, no tiene líder. Hay alguien ostentando el nombramiento de Jefe del Ejecutivo, pero sólo en el organigrama, porque en la práctica está desacreditado, desde que era candidato del PRI a la presidencia.

Después, por no honrar su palabra de campaña. El punto que remató esta incredulidad a su figura, fue el escándalo de la Casa Blanca, su debilidad de carácter ante las exigencias sociales. Mostró ausencia de autoridad al dejar en las manos de su compadre y amigo, Luis Videgaray Caso, las decisiones del país, como el tema de la visita a Los Pinos, del indeseable y antimexicano # 1, Donald Trump, en su calidad de candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, visita que promovió, coordinó y concretó Videgaray (el enemigo en casa).

Peña le pide renuncia al cargo como incapaz Secretario de Hacienda, lo esconde durante algunas semanas en Los Pinos, y demostrando vergonzosa incapacidad, lo habilita como aprendiz de Canciller, ante la impotencia y humillación de profesionales diplomáticos de carrera que hay en Relaciones Exteriores.

Así de clara la muestra de incapacidad reinante en Los Pinos, por eso México padece la crisis de seguridad, confianza, credibilidad del Sistema que durante 4 años 5 meses ha destrozado la calidad de vida de más de 120 millones de mexicanos.

Mientras esto sucede, quien debería gobernar un país, está más preocupado y ocupado de no perder el Estado de México, cosa que sucederá ante la otra incapacidad del (des) gobernador mexiquense Eruviel Ávila Villegas, ambos del PRI.

 

 

*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU)