La Cámara de Diputados avaló con 446 votos a favoren lo general y en lo particular el proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes que prohíbe el castigo corporal y humillante como método correctivo o disciplinario a niños, niñas o adolescentes.
Desde tribuna, la diputada Rosalba Valencia Cruz, integrante del Grupo Parlamentario de Morena, en su calidad de presidenta de la Comisión de Derechos de la Niñez y Adolescencia, sostuvo que es preciso visibilizar que la normalización de estos métodos correctivos, son una forma de violencia que atenta contra la dignidad, integridad y bienestar que trae consigo daños y consecuencia en el desarrollo de la niñez.
Aseguró, que con esta reforma se busca obligar a los tres órdenes de gobierno a que tomen las medidas necesarias para erradicar el castigo corporal y los tratos humillantes, por lo que es necesario dotar las condiciones necesarias para que niñas, niños y adolescentes se desarrollen de manera óptima, pero sobretodo, se cumpla de manera efectiva su derecho a una vida libre de violencia.
Detalló que, por lo que respecta a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, se establece que los marcos normativos en las entidades federativas dispongan de los elementos para dar cumplimiento a la prohibición de violencia contra menores de edad por parte de que quienes tengan trato este sector, pues “nuestra obligación como representantes sociales es buscar el bienestar de la niñez en armonía con los estándares internacionales”.
Además, agregó, se busca que se respete su integridad emocional a través de la prohibición de que la familia utilice el castigo corporal o cualquier tipo de trato y castigo humillante como método de corrección.
Por lo que indicó, “esta iniciativa es un paso histórico del Estado mexicano en el camino hacia la construcción de la paz”; por ello “buscamos transformar culturalmente la forma en que se nos ha enseñado a criar a nuestros hijos e hijas, [pues] es su derecho y nuestra responsabilidad garantizarles una crianza con ternura, es decir, sin violencia”, expresó.