- Cuidar las áreas naturales protegidas antes de dar autorizaciones para uso de suelo
Ante el impacto negativo en la conservación de los ecosistemas del Estado de México, situación que ha generado casos tan lamentables como el desgajamiento y deslave de Cerro Gordo en Ecatepec o las inundaciones que durante los últimos años han afectado a 32 municipios de la entidad, entre otros, es necesario se priorice la perspectiva ambiental y su cuidado en los tres niveles de gobierno.
Así lo expuso la legisladora de Valle de Chalco, Yesica Rojas, al presentar un proyecto de decreto por la que se reforma la fracción XVIII del artículo 2.9 del Código para la Biodiversidad del Estado de México, por parte de las y los diputados de las Comisiones de Legislación y Administración Municipal y de Protección Ambiental y Cambio Climático.
Comentó que la entidad mexiquense tiene extensión territorial de 22 mil 500 kilómetros cuadrados, cifra que representa el 1.09% del total del país, su riqueza natural es determinante para considerarla como uno de los estados con mayor atractivo en cuanto a inversión, lo que ha detonado como un importante punto de referencia para el desarrollo y crecimiento de la región.
En ese sentido, dijo que los ayuntamientos deben priorizar la protección de los ecosistemas, pues el mayor desafío de nuestro tiempo es el cambio climático y el impacto de la presencia humana en el planeta, pues son incuantificables los daños que han originado las omisiones, las malas decisiones o la falta de compromiso de algunos gobiernos municipales para frenar y prevenir los ecocidios.
Expuso que el objetivo de esta reforma es que los ayuntamientos al expedir las autorizaciones para el uso del suelo o de las licencias de construcción u operación que no estén reservadas a la Federación, busquen en todo momento la protección de las áreas naturales protegidas, los acuíferos, las reservas naturales y las zonas forestales.
Destacó que el suelo mexiquense cuenta 88 Áreas Naturales Protegidas, que suman un total de 983 mil hectáreas, que representan aproximadamente el 43.75 % del territorio estatal, por lo que el reto es contribuir a la conservación de los ecosistemas a lo largo de los 125 municipios del Estado, así como también cuenta con nueve acuíferos estatales, según la estadística de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), de los cuales dos se encuentran sobreexplotados.
Recordó que hay casos como el de los habitantes de Tecamachalco en Huixquilucan, quienes cuestionaron abiertamente en su momento el cambio de uso de suelo en su colonia en 2018, debido a que detonó la construcción de edificios en un Área Natural Protegida de la Barranca de Río San Joaquín; o el caso de los cerca de 200 ejemplares de árboles de cedro blanco que fueron talados a las afueras del conjunto urbano Bosques del Nevado en el municipio de Zinacantepec para realizar obras de construcción por parte de una empresa desarrolladora de viviendas.