De los gritos y golpes pasan a las denuncias; Alejandro Moreno se lanza contra Noroña

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La polarización que marcó la última sesión de la Comisión Permanente escaló a los golpes en la tribuna de la antigua sede del Senado.

Al terminar de cantar el Himno Nacional para cerrar la jornada, el priista Alejandro Moreno le exigió a Gerardo Fernández Noroña una explicación del porqué impidió a las bancadas fijar posición, como se había acordado.

Ambos se encararon, pero cuando Noroña quiso bajarse de la tribuna, Alito lo jaló de un brazo para detenerlo, lo que provocó que el morenista lo sujetara con ambos brazos. El priista se liberó, pero su movimiento hizo que el líder del Senado perdiera el equilibrio, que se agudizó con un empujón que estuvo a punto de tirarlo. Al incorporarse y volver a sujetar a Moreno, Noroña recibió más empujones y un manotazo. Dolores Padierna intervino para llevarse a su compañero.

En ese momento, Emiliano González, fotógrafo personal del morenista, bloqueó a Alito para evitar que fuera tras Noroña, pero el líder tricolor lo derribó de un empujón y cuando estaba tirado le propinó dos patadas.

Más tarde, el MP federal acudió a la antigua sede del Senado para que Noroña y su fotógrafo denunciaran a Moreno por agresiones y destrucción de herramientas de trabajo. El morenismo anunció que las demandas deberán generar un proceso de desafuero. En tanto, el priista aseguró que no se dejará y afirmó que la violencia fue provocada por Morena, que no sabe respetar la ley.

Convierten en ring el pleno de Permanente
La última sesión del periodo de la instancia legislativa cerró en medio de manotazos y empujones entre el dirigente priista y el presidente del Senado

“…Y retiemble en sus centros la tierra, al sonoro rugir del cañón…”, se escuchaba en el salón de la Comisión Permanente cuando el senador priista Alejandro Moreno subió a la tribuna.

Tomó del brazo izquierdo al presidente de la Comisión Permanente, Gerardo Fernández Noroña, quien, de pie, flanqueado por las morenistas Dolores Padierna y Lilia Aguilar, entonaba el Himno Nacional para cerrar oficialmente los trabajos de la Comisión Permanente del Congreso.

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No te quiero faltar al respeto. No te quiero faltar al respeto… esperaré a que termines”, le dijo a Fernández Noroña, quien, sin dejar de cantar el Himno Nacional, le hacía señal al priista para que esperara.

Moreno Cárdenas se sumó al canto del Himno Nacional.

… por el dedo de Dios escribió. Mas si osare un extraño enemigo profanar con su planta tu suelo…”, mientras sus compañeros los diputados Rubén Moreira, Erubiel Lorenzo Alonso y Carlos Eduardo Gutiérrez subían con él a tribuna para colocarse atrás de Fernández Noroña.

Y justo al momento en que terminó el Himno Nacional, Moreno Cárdenas comenzó a gritarle a Fernández Noroña que le diera una explicación de por qué impidió que los grupos parlamentarios fijaran posición, como se había acordado. Ambos acompañaban sus palabras con continuos movimientos de las manos.

Estaba cara a cara con Gerardo Fernández, quien le decía: “no me toque; no me toque”, mientras Dolores Padierna lo tomó del brazo para invitarlo a que, juntos, bajaran de la tribuna y salieran del salón de plenos.

Cuando Fernández Noroña hizo el movimiento para comenzar a salirse, Moreno lo jaló del brazo izquierdo para detenerlo y, de inmediato, Gerardo Fernández usó sus dos manos para agarrar los dos brazos de Alejandro Moreno, quien se liberó de las manos de Noroña con un movimiento circular de los brazos y provocó que Noroña perdiera el equilibrio, que se agudizó con el empujón que Moreno le dio y que estuvo a punto de derrumbarlo, pero Dolores Padierna alcanzó a ayudarlo.

Fernández regresó el cuerpo con su propia inercia y volvió a sujetar los brazos de Moreno Cárdenas, quien de inmediato se liberó y, ahora, aprovechó su fuerza para empujar del pecho hacia atrás a Fernández Noroña, quien cuando intentó recomponerse volvió a ser empujado por Alejandro Moreno, y al intentar nuevamente recuperarse, recibió un empujón de Moreno, con la mano abierta, que dio en su cuello.

Moreno Cárdenas se hizo para atrás, sin perder la posición de ataque y Fernández Noroña alzó la mano izquierda y lo señaló con el dedo. Moreno dio un manotazo a la mano de Noroña, mientras Padierna se puso frente a éste y lo llevó con ella lejos de Moreno.

Pero, en ese momento, Emiliano González, fotógrafo personal de Fernández Noroña, y a quien el 20 de agosto Excélsior evidenció que no está ni en la nómina del Senado ni en la lista de trabajadores por honorarios, de acuerdo con la información de la Plataforma Nacional de Transparencia, llegó corriendo y se colocó frente a Alejandro Moreno, para evitar que siguiera a Fernández Noroña.

Pero Moreno Cárdenas empujó a Emiliano, quien se fue para atrás y, al topar con el escaño de Fernández Noroña, se fue al suelo, con un movimiento que mostró las piernas al aire. Dolores Padierna, ahora auxiliada por otro colaborador de Noroña, de nombre Eduardo Villegas, hacían esfuerzos por alejar a Fernández Noroña.

Pero Moreno Cárdenas fue hacia él y lanzó su brazo derecho sobre la cabeza de Padierna para intentar jalar a Fernández Noroña de la chamarra, pero no lo logró.

Arturo Garita, secretario general de Servicios Parlamentarios, se sumó a Padierna y a Villegas para alejar a Noroña e impedir que Moreno lo siguiera, pero, en ese momento, el diputado priista Carlos Eduardo Gutiérrez se lanzó sobre Noroña, le soltó dos golpes que falló, sin embargo, lo agarró de la chamarra con la mano izquierda y con la derecha le soltó un golpe a la cara, pero el subdirector de Comunicación Social, Roberto Garduño, alcanzó a jalar a Noroña y el intento de puñetazo quedó en un raspón a la cabeza y la cara de Noroña.

Gutiérrez empujó a Villegas y fue tras Noroña, que ya había sido bajado de la tribuna y lo jalaron hacia la salida al salón de trabajo de Servicios Parlamentarios.

Los senadores Jorge Carlos Ramírez Marín y Miguel Pavel Jarero se pararon al pie de la escalinata de la tribuna para evitar que los priistas persiguieran a Noroña, mientras las legisladoras morenistas gritaban: “¡Derrotados!, ¡derrotados!”.

Gritos que, momentos antes, habían exigido a Moreno que no golpeara a Emiliano González, porque cuando Fernández Noroña ya no estuvo a su alcance, Moreno se acercó a él y le hizo advertencias con la mano, mientras seguía en el suelo.

Así concluyó una sesión que desde que arrancó estuvo llena de encono, porque a pesar de no haberse aprobado un debate político, Gerardo Fernández Noroña decidió abrirlo, luego de presentar un pronunciamiento contra cualquier intento de intervención militar extranjera en México; explicó que como la oposición no quiso que ese pronunciamiento saliera por unanimidad, entonces se abrió un debate llamado: “PAN y PRI, traidores a la patria”.

Eso provocó que, a gritos, el priista Rubén Moreira gritara de inmediato: “¡Mentira, mentira! ¿Cuándo se dijo eso? ¿Cuándo se dijo eso?”. De pie, los priistas exigían que cese el “agravio” contra los priistas. “¡Traidor!”, le gritó Moreira a Gerardo Fernández Noroña, quien se negó a modificar el título del debate político.

No llamen traidor a nadie, porque somos compatriotas. Por eso estamos molestos, porque ustedes no saben lo que es combatir el crimen; ustedes los fueron a abrazar. En eso dejamos la vida de nuestros familiares. Por eso uno se encabrona, así. Y el que esté molesto, dígannoslo, porque yo sí les puedo decir: ‘punta de narcos’, para empezar, a ti cabrón”, dijo Rubén Moreira y señaló al morenista Miguel Pavel Jarero.

Ahora tú y los tuyos caben en un vocho; caben en un vocho y eres la nueva chachalaca. ¡Cállate, chachalaca!”, le contestó Pavel Jarero.

Lilly Téllez anunció que a ella no la van a intimidar e insistió en los nexos de Morena con los criminales. Adán Augusto López la retó a que si tiene pruebas que lo involucran a él con criminales, las presente y va con ella ante las autoridades.