“¡Defendamos a las ballenas!”: Niñez mexicana exige a SENER frenar megaproyectos de gas que amenazan el Golfo de California

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Con un mensaje contundente y miles de dibujos en mano, la infancia mexicana lanzó este miércoles un llamado urgente a la Secretaría de Energía (SENER): cancelar los proyectos de Gas Natural Licuado (GNL) que amenazan el Golfo de California y la vida marina que lo habita. La acción fue organizada por la coalición Ballenas o Gas, conformada por 39 organizaciones ambientales y comunitarias.
Frente a las oficinas de SENER, la coalición entregó alrededor de 1,500 dibujos realizados por niñas y niños de todo el país, en los que se plasmaron ballenas, delfines y paisajes marinos, acompañados de frases como “Protejan a las ballenas” y “No al gas, sí a la vida”. El acto simbólico busca presionar a la secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, a detener proyectos como Saguaro en Puerto Libertad, Vista Pacífico en Topolobampo y AMIGO GNL en Guaymas, impulsados por empresas gaseras estadounidenses.
“Estos proyectos no solo destruirían el ‘Acuario del Mundo’, también profundizarían la crisis climática, pues el gas natural licuado no es una alternativa limpia; es metano, 80 veces más contaminante que el CO₂”, advirtieron los colectivos.
Las organizaciones recordaron que el Golfo de California alberga el 39% de las especies de mamíferos marinos del planeta, incluidas ballenas en peligro de extinción como la azul y la jorobada. Denunciaron que los buques metaneros alterarían el equilibrio ecológico mediante contaminación acústica, vertidos y riesgo de colisiones fatales con ballenas.
Además de los impactos ambientales, señalaron que estos proyectos amenazan la pesca local y el turismo de avistamiento, pilares económicos de las comunidades costeras. Por ello, pidieron a la SENER negar los permisos a plantas que comprometen el bienestar de las generaciones futuras.
La campaña ¿Ballenas o Gas? ya acumula cerca de 300,000 firmas ciudadanas. Con esta acción, la niñez mexicana se suma a la defensa del mar con una pregunta clara que quedó flotando al final de la protesta, en voz de Javier, de 10 años:
“Secretaria, ¿ballenas o gas?”