Por la corrupción y por el despliegue de sus influencias, grupos de poder económico y político tienden no solamente a perseguir a periodistas, también a Defensores de la Naturaleza y de la Madre Tierra. A la fecha estos últimos son violentados y criminalizados por lo que estos activistas deben ser protegidos por la Ley para la Protección Integral de Periodistas y Personas Defensoras de Derechos Humanos del Estado de México.
De esta forma se manifestó el diputado Max Correa Hernández al pronunciarse por la propuesta de las diputadas María Luisa Mendoza Mondragón y Juanita Bonilla, en el sentido de que debe existir un enfoque que defiende a los activistas del Medio Ambiente.
Al respecto, dijo que ya se tienen en la entidad mexiquense varios casos de persecución, por ejemplo, el del comisariado ejidal de los bienes comunales de Huixquilucan, es criminalizado y no solo ello, se encuentra en la cárcel por defender los bosques de la depredación de la mafia inmobiliaria.
En el marco del análisis de propuestas y modificaciones a dicha ley, que se llevó a cabo en las Comisiones Legislativas Unidas de Gobernación y Puntos Constitucionales, con Procuración y Administración de Justicia y Derechos Humanos, el legislador Correa Hernández destacó que situaciones similares pasan en el Ejido de Jilotzingo; además mencionó el caso de los defensores del agua de la comunidad de Tlanixco, quienes estuvieron más de 15 años privados de la libertad sin que les dictaran sentencia por defender sus recursos hídricos.
Por lo que dijo que es necesario poner un alto a tan lamentables prácticas que se siguen utilizando contra defensores de los Bosques del Agua del Estado de México, pues no solamente son víctimas de persecución por parte de las mafias inmobiliarias y de talamontes, sino también son criminalizados, inventándoles delitos que no cometieron.
Por lo que también el presidente de la Comisión Legislativa de Asuntos Metropolitanos del Estado de México, pidió que se garanticen las condiciones para ofrecerles protección a los defensores de derechos de la naturaleza, como es el caso de quienes defienden el Cerro del Mazapán en Naucalpan, quienes protegen los humedales del Alto Lerma y de los bosques de agua