Denuncias ministeriales, un peregrinar en busca de justicia

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Dentro de la línea del Sistema de Transporte Colectivo Metro que corre de Universidad a Indios Verdes hay una oficina del Ministerio Público, el cartel dice que espara los usuarios de ese transporte, la realidad es que todo aquel que quiera hacer una denuncia de cualquier tipo puede hacerlo en las oficinas ministeriales que se le antoje.

En la Ciudad de México, una buena parte de los delitos no se denuncian debido a que muchas personas aún consideran que no vale la pena, que perderán su tiempo o que de todas maneras no sucederá nada, aún así, Carmen acudió a denunciar el robo de dos celulares que le habían sacado de la bolsa en el Metro.

No se enteró de nada hasta que al llegar a un transbordo quiso sacar su celular para consultar la hora y ya no lo encontró, “me lo sacaron en Guerrero, con todo el gentío”, así que con la mínima esperanza de recuperarlo, armada de valor y con la conciencia cívica de que al denunciar al menos ayudaría a generar estadísticas que visibilicen el problema, así que emprendió el camino a la alcaldía más cercana.

Así fue como llegó a la alcaldía Gustavo A Madero, donde había antes de ella tres personas formadas para recibir información, cada una de las cuales se tomó su tiempo en el único módulo de información en el que una amable mujer les ofrecía las indicaciones a seguir para levantar una denuncia, luego de unos 40 minutos siguió su turno con el coraje y los nervios apenas logró explicar lo sucedido.

De inmediato, la mujer del módulo le explicó que en ese Ministerio Público no se hacían denuncias por robo de teléfonos en el Metro, que para eso había una instancia especializada en la estación Martín Carrera, así que acudió ahí, donde le informaron que ese lugar era solo de archivo, que se fuera al Metro Hidalgo o a Pantitlan, habían pasado ya dos horas del robo y Carmen no podía levantar una denuncia.

Pocos minutos antes de las siete de la noche logró llegar a la agencia especializada de delitos en el transporte público de la estación Hidalgo del Metro; el licenciado Nape Escribano salió de unas oficinas semi vacías a recibirla, con los lentes en la mano y cara de cansancio, le comentó que ahí cerraban a las siete, mientras que amablemente le explicaba que podría acudir a la de Pantitlán, que opera las 24 horas del día, Carmen sintió confianza con él y ya estaba cansada de tanto trajín, así que decidió volver al día siguiente.

Ya más tranquila y luego de esperar menos de una hora, el licenciado Nape le tomó su declaración, fue tan amable y empático que mientras escribía el acta le fue develando algunos de los gajes del oficio, “la gente viene desesperada, lo que quieren es denunciar y acabar con el trauma de lo que les pasó, pero muchos no se fijan que quienes estamos atrás del escritorio también somos personas”.

Con poco más de 20 años de servicio ministerial, el licenciado Nape ha estado en diversas agencias, en la actualidad desarrolla su trabajo en esta oficina perdida entre los vericuetos del Metro Hidalgo, tan solo este mes ha tomado más de 50 denuncias, a veces falta el personal y el tiene que cubrir el trabajo de tres personas a las vez, “me gusta mi trabajo, escuchar a las personas, en estos 20 años he visto de todo”.

En su opinión, hay muchas personas que quieren denunciar y poco personal, aunado a que en su mayoría, las oficinas de los ministerios públicos están rebasadas de trabajo, lo que genera que en muchos casos los retrasos en la atención no es culpa del personal que en ellas laboran, sino que es demasiada gente a la que hay que atender.

A lo anterior, se le suma que muchas personas acuden afectadas y quieren que se les atienda rápido, lo que más quieren es acabar con su sufrimiento y no consideran que cada oficina opera de manera diferente, que cada una tiene diferentes horarios de atención y que además, quienes están al otro lado de los escritorios, también son personas.

En ese sentido, recordó que ha habido días en los que se va el sistema, situación que está lejos de su alcance, pero las personas llegan gritando y haciendo aspavientos diciendo que “por eso México está como está, hay incluso quienes se ponen muy violentos, pero un error de sistema está fuera de nuestro alcance y las personas creen que es nuestra culpa y sin saber quiénes somos los que estamos atrás de los escritorios llegan e insultan de buenas a primeras”.

Recordó que es agente del Ministerio Público desde que las declaraciones se tomaban en máquina de escribir y los tiempos para tomarlas eran más largos; ahora se tarda una hora en promedio por declaración, procesos que incluyen otros cuatro más para dejar las carpetas de investigación y querellas listas.

De acuerdo con el Código Nacional de Procedimientos Penales, la función de un Ministerio Público es esclarecer los hechos con apego a la verdad y las actuaciones de los agentes deben estar regidas por principios de legalidad, objetividad y eficiencia, por mencionar algunos.

De acuerdo con México Unido Contra la Delincuencia, entre algunas de las atribuciones de los Ministerios Públicos destaca la facultad de iniciar la investigación, por lo que de sus actuaciones dependerá en gran medida la impartición de justicia; es decir, de los datos informativos que recaben se desprenderá la existencia de un hecho delictivo y la probable participación de la persona investigada en el mismo.

Para lograr mayor eficiencia en el descubrimiento de la verdad, el Ministerio Público debe coordinar a los peritos y policías y a otras autoridades; además de considerar las fortalezas y las debilidades de las hipótesis iniciales, para desechar aquellas que no aporten las pretensiones que persigue la teoría del caso y reforzar aquellas que sí lo hagan.

Por lo que si la investigación es deficiente y los medios de prueba ofrecidos insuficientes, la determinación de la verdad no se logrará y afectará a la víctima del delito y a la sociedad en general.

De acuerdo con el Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal 2018 elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al cierre de 2017 en el país había tres mil 462 agencias del Ministerio Público, 51.2 por ciento era mixta o general; 3.6 por ciento, especializada en homicidios; 3.4 por ciento en atención a adolescentes, 3.4 por ciento especializada en robos, y 3.1 en mecanismos de solución y controversias.

Sin embargo, en la carta de derechos de las personas denunciantes y víctimas del delito en la Ciudad de México, en su numeral VIII señala que el personal pericial, ministerial y policial debe recibir las denuncias cualquier día del año sin importar la fecha, aunado a que puede ser en cualquier Agencia de Investigación.

“Y que nadie le niegue el servicio alegando que no le corresponde por el lugar de los hechos, cambio de turno o cualquier circunstancia”, en ese sentido, el licenciado Nape comentó que en la oficina donde él desempeña sus funciones es una de las más concurridas debido justamente a que otras agencias envían a los afectados al lugar alegando que sólo ahí se levantan denuncias por robo en el transporte público.

Al respecto, señaló que el envío de las víctimas de un lugar a otro para la toma de declaraciones es “revictimizar a las víctimas”, quienes además de haber vivido un delito, a veces deben hacer peregrinaciones constantes hasta lograr que alguien les tome su declaración.

Por lo anterior, dijo, muchas personas dejan de denunciar; así, aún cuando la Unidad en la que trabaja es especializada para delitos en el transporte público, cualquier personas puede acudir a denunciar otro tipo de delitos, sin embargo, en su opinión hay pocos agentes ministeriales y muchas personas que quieren denunciar.

En este sentido, de acuerdo con el Censo antes mencionado, en el país, el total de personal en las Agencias del Ministerio Público en 2017 fue de 44 mil 068 servidores públicos, 23.4 por ciento de los cuales son agentes y fiscales.