Descubre la Basílica de Los Remedios y el Bosque en Naucalpan

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En plena Semana Santa, miles de fieles y visitantes se dan cita en uno de los destinos más emblemáticos del Valle de México: la Basílica de Nuestra Señora de los Remedios y el Bosque de Los Remedios, dos espacios que combinan fe, historia, ecoturismo y gastronomía para vivir una experiencia única en Naucalpan.
La Basílica de Los Remedios, ubicada en el Cerro de Otocampulco, se alza como uno de los santuarios marianos más antiguos de México. Fundada en 1575, este templo resguarda a la célebre Virgen de los Remedios, una pequeña talla de madera de apenas 26 centímetros, traída desde España en 1519 y perdida durante la llamada Noche Triste, para ser redescubierta en 1540 por el indígena Ce Cuauhtli, originario de San Juan Totoltepec.
Con un estilo arquitectónico que mezcla elementos barrocos, platerescos y neoclásicos, este sitio es más que una iglesia: es un viaje al pasado. En su interior, los visitantes pueden contemplar joyas del arte sacro como un Cristo de bronce, la sala de los apóstoles, la sala de oración coronada de ángeles, así como una de las colecciones más emotivas de exvotos, ofrendas populares que agradecen milagros atribuidos a la virgen.
A un costado, se encuentra la capilla al aire libre de San Miguel Arcángel, destacada por albergar la estatua más grande del país dedicada a este arcángel, construida en 1950. Cada domingo, este espacio celebra misas que reúnen a decenas de creyentes.
Luego de la visita religiosa, la experiencia continúa con los antojitos mexicanos y recuerdos que se ofrecen en los alrededores del santuario. Desde quesadillas, aguas frescas, hasta productos artesanales, todo invita a quedarse un poco más.
Muy cerca de la basílica, se encuentran Los Arcos, parte de un antiguo sistema hidráulico del siglo XVIII. Estas estructuras, con sus peculiares “caracoles”, fueron construidas para abastecer de agua al templo y hoy se alzan como otro de los símbolos de la zona.
Para quienes prefieren el contacto con la naturaleza, el Bosque de Los Remedios, decretado como Parque Nacional en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas, ofrece senderos, áreas verdes y espacios para el descanso familiar. Es el complemento perfecto para cerrar una jornada espiritual en contacto con el entorno natural.
Durante Semana Santa, destacan actividades como la Procesión del Silencio y la representación de la Pasión y Muerte de Cristo, eventos que reafirman la identidad religiosa y cultural del municipio.