Por segunda ocasión en lo que va de la semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador, desmintió a uno de los integrantes de su gabinete y en este caso, fue al titular de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, quien ante senadores afirmó que no hubo corrupción en la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAIM).
Sin embargo, el mandatario reiteró su postura: “Sí hubo corrupción” y argumentó:
“Primero: Porque se engañó a la gente con un dictamen haciendo creer que no se podía operar al mismo tiempo el AICM con el Aeropuerto de Santa Lucía.
“Segundo, porque se iban a cerrar dos aeropuertos para construir el Aeropuerto de Texcoco, y el aeropuerto actual se iba a urbanizar, se iba a convertir en una especie de Santa Fe, un negocio para unos cuantos.
“Tercero, se tenía estimado cancelar tres pistas, para construir dos, con un costo de 300 mil mdp, que al final estamos estimando iba a resultar en un costo total 600 mil millones de pesos”, enfatizó ante los representantes de los medios de comunicación.
Y finalmente, en el cuarto punto, López Obrador reafirmó que “hay corrupción porque por intereses se decidió́ construir el Aeropuerto de Texcoco en el peor sitio del valle de México, donde se producen más hundimientos, no se garantizaba la calidad de la obra”.