La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha tomado medidas drásticas en respuesta a un incidente de misoginia en sus aulas. Raúl Contreras Bustamante, director de la Facultad de Derecho de la prestigiosa institución, ha confirmado el cese inmediato del secretario Ricardo Rojas Arévalo debido a sus comentarios misóginos en contra de Zoraida García, directora de la Escuela Nacional de Ciencias Forenses (ENCF).
A través de un comunicado en video difundido en redes sociales, Contreras mencionó que conoció el hecho el jueves, y agregó que desde el inicio de su gestión ha sostenido una posición enérgica contra cualquier acto de violencia de género. “Estamos categóricamente en contra de cualquier acto de violencia contra las mujeres. Ninguno de esos actos deberá quedar impune”, recalcó.
El incidente que llevó a esta drástica decisión ocurrió durante una transmisión en vivo del ciclo de conferencias “Retos actuales de la investigación criminal en el sistema acusatorio”. Rojas hizo un desafortunado comentario sobre García, lo cual generó risas entre algunos de los presentes. El sonido fue cortado poco después del incidente, pero el daño ya estaba hecho.
El director de la facultad ofreció disculpas públicas, reiterando que tales actitudes y comentarios no representan a la comunidad universitaria ni a la Facultad de Derecho. “Ofrezco una disculpa sincera por las afectaciones que este lamentable suceso le ha causado”, afirmó.
Un Problema Profundo y Persistente
La misoginia y la violencia de género en instituciones educativas no es un problema nuevo. Durante años, universidades y escuelas de todo el mundo han enfrentado críticas y llamados a acciones concretas para abordar el problema. Este incidente en la UNAM pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar la cultura tóxica que aún persiste en algunos espacios académicos.
Diversos grupos estudiantiles y de derechos humanos han aplaudido la rápida acción de la UNAM al destituir a Rojas. Sin embargo, recalcan que es esencial continuar trabajando en políticas de igualdad y en la formación de un ambiente libre de discriminación y violencia.
La UNAM, una de las instituciones educativas más grandes y prestigiosas de América Latina, tiene ahora la responsabilidad de liderar con el ejemplo y demostrar que la violencia de género y la discriminación no tienen cabida en la educación del siglo XXI.
