Diminuto milagro en el IMSS de Jalisco, nace bebé con 400 gramos de peso y 31 centímetros

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small premature baby lies in an incubator a grown hand reaches in grasping the foot in caring manner
  • Su prematurez extrema hacía muy difícil que sobreviviera, sin embargo, los cuidados médicos y las ganas de vivir de la recién nacida, marcaron la diferencia

Por: Ma. Elvya Martínez G.

Valentina con solo cinco meses de gestación, 400 gramos de peso y 31 centímetros, nació el 17 de febrero de este año en el Hospital General Regional 110 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Jalisco, lugar que fue su hogar por 124 días, bajo el cuidado de médicos y de enfermeras, y desde luego las visitas de sus jóvenes padres, fueron determinantes para su sobrevivencia.

Fue un caso de prematurez extrema, comentó la jefa de Pediatría del HGR 110, Ana Araceli Flores López, un evento hasta ahora único, no sólo por la edad gestacional en que nació la bebé, sino porque su peso estaba por debajo del promedio esperado que es de 600 gramos.

Los partos prematuros se presentan entre el ocho y el 11 por ciento de los embarazos, explicó la especialista, y el hecho de nacer antes de término trae una serie de desventajas para el neonato como el que no se terminan de desarrollar diferentes órganos y sistemas, y un riesgo muy elevado de presentar complicaciones, incluso la muerte.

Valentina es excepcional por muchas razones, “ella tuvo todas las complicaciones que puede presentar un prematuro extremo, y todas las superó”. En primer lugar, y pese a haber tenido autonomía respiratoria durante la primera semana posterior a su nacimiento, empezó a manifestar evidencias de una de las primeras complicaciones de un prematuro: insuficiencia pulmonar.

“A la mamá se le aplicó un medicamento para promover la maduración pulmonar de la bebé, y una vez que nació, Valentina recibió directamente fármacos, sin embargo, los músculos del tórax no eran lo suficientemente fuertes para realizar esta función y requirió ser conectada a un ventilador mecánico”, detalló la pediatra.

A los problemas respiratorios se sumó una enterocolitis necrosante, problema intestinal muy grave que, entre otras consecuencias, inhibe la adecuada nutrición del bebé; también tuvo una retinopatía, que fue operada, presentó colapso y hemorragia pulmonar y perforación de su intestino.

La doctora Alma Flores señala que si bien la bebé superó las complicaciones que se le fueron presentando, aún tiene riesgos, por lo que la estancia en su domicilio tiene especificaciones muy concretas e incluyen principalmente darle continuidad a un programa de estimulación temprana para que Valentina logre progresos sobre todo a nivel cerebral.

Se trabaja mucho con los papás: “A los bebés los enviamos a medicina física y rehabilitación pero conviene que desde casa también sepan ofrecer estimulación temprana a los recién nacidos y sepan (los padres) identificar situaciones de gravedad: la coloración, la forma de respirar, actitudes del bebé. Es mucho lo que los papás deben dedicar para que a ese niño le vaya cada día mejor”.

“Valentina es una personita increíblemente fuerte para haber superado todas las adversidades porque tuvo todas las complicaciones inmediatas que un bebé de esas características puede presentar. Realmente es una gran guerrera. Evidentemente los médicos siempre ponemos todo nuestro esfuerzo, nuestro empeño, pero también depende de ese organismo, de la fuerza que ese organismo tiene, que en el caso de Valentina es increíble”, indicó la doctora.

El sueño de ser madre

“Las primeras semanas del primer mes, fue un tiempo en el que esperaba que sonara el celular y en cualquier momento me dijeran: ‘¿sabe qué’, ya falleció’. Yo esperaba lo peor”, recuerda Guadalupe Sánchez Aguilar, madre de Valentina.

Tiene muy presente el 14 de febrero de este 2017, mientras trabajaba dijo: “lo primero que sentí fueron muchas ganas de hacer pipí”, pero a pesar de haber orinado, continuaba con un desecho líquido que la movió a salir de su trabajo y buscar a su ginecólogo particular, quien le recomendó reposo absoluto.

La molestia no cesaba y acudió al HGR 45, donde le dijeron que traía ruptura prematura de membrana y que la interrupción del embarazo era inminente. Se le inició un tratamiento para promover la maduración pulmonar de la bebé y fue enviada al HGR 110, en donde a las 11 de la noche con 12 minutos del 17 de febrero, finalmente Valentina nació. “A lo mejor había dolor físico, pero era más profundo el dolor de saber que mi bebé no iba a vivir porque los doctores, tanto el ginecólogo, como el pediatra me explicaron que por las semanas de gestación no tenía posibilidades de vida”, comentó Guadalupe.

Valentina tenía otros planes, y los médicos lucharon junto con ella para sacarla adelante. “Estuvimos ahí los 124 días de 12 y media a una, de seis y media a siete, el soporte para Valentina fue de los dos, y por supuesto no le quito su mérito a los doctores y a las enfermeras y enfermeros que estuvieron día y noche al pie del cañón con mi bebé, hasta se encariñaron demasiado. Cuando salió ya no querían que se fuera, ‘regálemela’, me decían”, con una sonrisa a flor de labios.