El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación propone para 2018 un gasto total en salud de $568,577 millones de pesos, cifra que decrece en comparación con el presupuesto ejercido en 2016, ya que de ese año al 2018, se percibe una reducción de 1.7%. Además, de 2014 a 2016 incrementó el gasto de bolsillo, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2016.
A pesar de que el menor incremento en el gasto de bolsillo se refleja en los afiliados al Seguro Popular ($163 más), los beneficiarios de este programa, en su mayoría, son los hogares con menores ingresos (deciles I – V), por lo que este incremento correspondería a un porcentaje mayor de su ingreso. De acuerdo con un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el gasto de bolsillo, integrado por el gasto en atención primaria, hospitalaria y medicamentos, aumentó en 2016, independientemente de la institución de afiliación.
Judith Méndez Méndez, investigadora de Salud y Finanzas Públicas del CIEP, destacó que el mayor incremento del gasto de bolsillo lo presentan los afiliados al ISSSTE que, en promedio en 2014, gastaban $3,039, mientras que en 2016 gastaron $3,333. En segundo lugar, los afiliados a los servicios de Pemex incrementaron su gasto de bolsillo en $234, alcanzando un monto de $1,937.
Cabe destacar que en los últimos años incrementó en 3.6 millones el número de personas afiliadas al Seguro Popular, al pasar de 52 millones en 2014 a 55.6 millones en 2016; sin embargo, el uso efectivo de este programa de gobierno se redujo de 61% a 57% en los mismos años, lo que indica que un mayor acceso a los servicios de salud, no se ha traducido en un mayor uso de las instituciones, ya que aumentó el uso de los servicios privados como consultorios, empresas y farmacias privadas de 27% en 2014 a 31% en 2016.