El gobierno de Ecatepec es el primer municipio en regular y supervisar el funcionamiento de bares, antros y centros nocturnos, luego del convenio establecido entre autoridades y representantes de dicho giro de entretenimiento, lo que ha reducido la incidencia delictiva, el consumo de alcohol y que no se hayan registrado hechos de violencia en más de cuatro años en este tipo de establecimientos.
El presidente municipal Fernando Vilchis Contreras señaló que actualmente las áreas normativas de las direcciones de Protección Civil, Desarrollo Económico y Desarrollo Urbano y Obras Públicas, realizan supervisiones para garantizar la seguridad de los asistentes a dichos establecimientos y verificar que se cumpla con los lineamientos asentados en el convenio entre las autoridades y empresarios.
Vilchis Contreras recordó que luego de emprender operativos durante los últimos cuatro años para certificar el legal funcionamiento de bares y centros nocturnos y combatir la venta de bebidas embriagantes en la vía pública, actualmente solo se verifican las medidas de seguridad, que se respete el horario de funcionamiento; además de no permitir la entrada de menores de edad, evitar la venta de bebidas adulteradas e impedir el ingreso de todo tipo de armas a los establecimientos.
Reconoció que en materia de seguridad pública se ha cumplido la disposición en la que los propietarios y representantes de los negocios se han comprometido en evitar y prevenir que se realicen actividades ilícitas, como trata de personas, lenocinio y prostitución, además de la prohibición de la venta y consumo de estupefacientes.
El edil dijo que gracias a la disposición de los dueños de bares, se ha podido mantener el orden en el municipio y sobre todo brindar mejores condiciones de trabajo y seguridad para los asistentes, además de proteger a los jóvenes del municipio para evitar que caigan en adicciones y conductas antisociales.
Asimismo, el control establecido ha evitado que se generen hechos de violencia dentro de los establecimientos como anteriormente ocurría, cuando no existía un control sobre el funcionamiento de los llamados giros rojos