Desde su creación en el año 2003, el “Programa Conduce Sin Alcohol”, adscrito a la Subsecretaría de Participación Ciudadana y Prevención del Delito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, se pensó como un aliado de la ciudadanía y las autoridades, para prevenir incidentes y accidentes de Tránsito que en ocasiones resultan fatales.
A lo largo de estos 17 años de vida, este programa también conocido como “Alcoholímetro”, ha sabido adaptarse a los cambios en la realidad social, a través de una adecuación a su normatividad y con la participación ciudadana y de la Sociedad Civil, con una actuación apegada a los protocolos de actuación y de respeto a los derechos humanos.
En ese sentido, a los puntos de revisión se han agregado actores importantes para la transparencia y rendición de cuentas de los policías adscritos a este programa, así durante la presente administración el Observatorio Ciudadano y el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia, de la Ciudad de México han participado como observadores directos de las actividades; además la Dirección General de Asuntos Internos y de Derechos Humanos de la SSC, así como la Contraloría General del Gobierno de la Ciudad, actúan como instancias fiscalizadoras.
Desde su arranque, el Alcoholímetro, contó con la aceptación de los habitantes de la Capital del país, pues la aplicación de las pruebas de alcoholemia son transparentes y gracias a la detección oportuna de personas que sobrepasan el límite permitido de 0.40 grados de alcohol en la sangre, se han evitado hechos de tránsito con desenlaces trágicos.
El Programa Conduce Sin Alcohol se inauguró con dos puntos, uno en la calle Florencia y el otro en la Glorieta de Camarones, y poco a poco se sumaron otros tantos hasta llegar a un máximo de 16 puntos itinerantes, que se instalan en distintas zonas de la Ciudad, de acuerdo a los días feriados o aquellos en los que se prevé un mayor consumo de alcohol.
Como parte de la profesionalización y actualización para tener más y mejor policía, a este Programa se le realizaron algunos ajustes, entre los que destacan, el cambio del arresto que era de 20 a 36 horas, por uno de 12 horas conmutables hasta en 6 horas por trabajos en favor de la comunidad, lo que tiene como objetivo inhibir actos de corrupción, donde algunas personas ofrecen un amparo a los infractores y a sus familiares, a cambio de una suma de dinero.
También, en adelante todos los automóviles particulares serán remitidos al corralón y ya no podrán ser entregados a sus familiares, en tanto, para los vehículos de transporte de pasajeros o de carga, el agente de Tránsito aplicará la multa correspondiente y se esperará a que llegue otro conductor o persona responsable para hacer la entrega de la unidad.
Finalmente, las licencias o permisos para conducir serán suspendidas o canceladas, lo cual será determinado por la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, quienes aplicarán la sanción y a quienes se les entregarán los documentos oficiales para su posterior devolución al dueño.
Cabe señalar que, ante la emergencia sanitaria por el virus COVID19, mientras el semáforo epidemiológico permaneció en color rojo, el programa fue suspendido, y fue hasta el primero de julio de 2020, cuando reinició operaciones bajo nuevas condiciones para cumplir con las medidas sanitarias emitidas por el Gobierno de la Ciudad, medidas que seguirán tomándose en cuenta para evitar la propagación del virus.
La SSC felicita a todo el personal adscrito a dicho programa, a quienes han formado parte de él a lo largo de estos 17 años y reitera su compromiso con la ciudadanía de continuar con las mejoras en el equipo, uniformes, estructuras y carpas en los puntos de revisión, así como con la profesionalización y capacitación del personal, lo que permitirá seguir contando con un programa sin corrupción y al servicio de los habitantes y visitantes de la Ciudad.