El confinamiento y la salud mental de niños y jóvenes

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Constelación Andrómeda

El frenético ritmo de vida de la sociedad globalizada se paralizó de tajo por la pandemia del Covid19, y ello trajo consigo problemas en el bienestar emocional y mental de cientos de miles de personas en todo el planeta, pero la mayor afectación se registra entre los conocidos como ‘millennials’ y la generación Z.

De manera que la ya de por sí frágil salud psíquica de estos jóvenes, cuyas edades fluctúan entre los 36 y 24 años para la generación ‘millennial’ y van de los diez a los 23 en la Z, ha empeorado notablemente como consecuencia del distanciamiento social y el aislamiento forzado.

Ya un análisis realizado por el sitio web Bussines Insider México en octubre de 2019 reveló que la depresión es mucho más común en la generación ‘millennial’, pero también las muertes por desesperación, estrés económico y soledad. Quizá lo más preocupante es que esta investigación situó en los 2.5 millones a los jóvenes entre 12 y 25 años que sufren de depresión.

Entre los integrantes de estas dos generaciones, los sentimientos de ansiedad, impotencia y temor ante la amenaza a su salud física aumentan a medida que se enfrentan a un futuro cada vez más incierto, además de que muchos han sido afectados por la pérdida de algún familiar, víctima del Covid19.

Los psicólogos consultados por Bussines Insider México coincidieron en que esta situación era previsible, en virtud de que los adultos jóvenes se sienten ansiosos pues sus vidas han dado un giro muy abrupto durante un corto período de tiempo, sea por tener que quedarse en casa (recordemos que esta pandemia provocó el cierre total de actividades y el encierro completo en 188 países), por temor a perder sus trabajos o a enfermarse, y advirtieron que el Covid19 podría provocar una crisis más, ahora de salud mental.

Citaron que, de acuerdo con una revisión elaborada recientemente por la revista médica británica The Lancet sobre el impacto psicológico durante los brotes de SARS y ébola, la cuarentena puede desencadenar problemas como trastornos emocionales, depresión, irritabilidad, insomnio, síntomas de estrés postraumático, confusión y enojo; algunos de los especialistas participantes sugirieron efectos duraderos de estos daños mentales.

El psicólogo clínico de la Universidad Victoria de Wellington, Nueva Zelanda, Dougal Sutherland, consideró que más allá del estrés agudo y la ansiedad, el encierro es capaz de desencadenar problemas más profundos, como las alteraciones compulsivas, porque los constantes llamados a una mayor y más meticulosa higiene pueden acentuar los trastornos obsesivo-compulsivos. Alertó que quienes sufren de depresión podrían empeorar aún más en ausencia de rutinas, o un alcohólico podría volver a beber sin reuniones cotidianas de grupos de apoyo físico.

El pasado mes de junio la organización sin fines de lucro que ofrece soporte gratuito a través de mensajes de texto, ‘Crisis Text Line’, informó de un aumento del 40 por ciento en las llamadas recibidas en Estados Unidos, Canadá e Inglaterra, en las que alrededor del 78 por ciento de las conversaciones mencionaron la palabra virus y fueron sobre ansiedad, temor a enfermarse, sentimiento de soledad o preocupación por las dificultades financieras que traerá como consecuencia esta pandemia.

Y una encuesta levantada por psiquiatras del Centro de Salud Mental de Shanghái entre el 31 de enero y el 10 de febrero de este año a 52 mil 730 personas de China, Hong Kong, Macao y Taiwán, preguntando a la población la manera en que enfrentó el brote de Covid-19, arrojó como resultado que casi el 35 por ciento de los encuestados experimentó angustia psicológica.

Los niños y preadolescentes no han escapado a los síntomas de depresión y ansiedad, según lo puso de manifiesto un estudio efectuado por las universidades de Carolina del Sur (Estados Unidos) y la de Huazhong (China) entre dos mil 330 menores de las ciudades de Wuhan y Huangshi, en la provincia de Hubei, los epicentros del germen.

La investigación académica, publicada por Journal of American Medical Association Pediatrics, una de las revistas de divulgación científica más importantes y prestigiosas del mundo, plantea que la reducción de las actividades al aire libre y la interacción social pueden haberse asociado con un aumento de los síntomas depresivos de los menores. “La prospección encontró que el 18.9 por ciento de los encuestados informó tener síntomas de ansiedad, cifra más alta que la prevalencia en otros sondeos”, indicaron los profesionales encargados de su elaboración.

Las personas sienten que su salud mental está empeorando a causa de las medidas sanitarias por el Covid19, y una de las principales razones es que la globalización nos ha convertido en una sociedad multitarea, lo cual es muy difícil de sostener, señala la terapeuta y especialista en ansiedad, Laura Rhodes, quien asegura que el confinamiento causa sentimientos de ansiedad, depresión e irritabilidad porque la población de pronto dejó de estar inmersa en el vertiginoso ritmo de la vida al que está acostumbrada.

En el caso de México, el 28.6 por ciento de la población padece algún trastorno mental y el primer lugar lo ocupa la ansiedad, según cifras de la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica en México (2019), sin embargo, son muy pocos los que buscan ayuda de un profesional de la salud mental porque socialmente todavía está arraigada la idea de que “al psicólogo sólo van los que están locos”, explicó Francisco Martínez León, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En tanto, para disminuir el impacto psicosocial de la pandemia, la Sociedad Española de Psiquiatría recomendó la realización de ejercicios físicos, organización de rutinas familiares, una periodicidad vigilia-sueño estable y saludable, participación en actividades comunitarias, así como el reinicio de actividades o aficiones dejadas por falta de tiempo como la lectura, informática, música o idiomas, mantener comunicación telefónica con amistades y aprender técnicas de relajación.

La salud mental es un tema pendiente en las agendas de los gobiernos de todo el orbe, pues datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúan en 800 mil las personas que cada año fallecen por causas relacionadas con trastornos mentales, que seguramente se incrementarán como consecuencia del Covid19.