El Congreso filipino ejecuta el cierre del mayor canal del país, crítico con Duterte

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Opositores y activistas denuncian que el movimiento es un ataque frontal a la libertad de prensa y de expresión

La vicepresidenta de Informativos de ABS-CBN, Regina Reyes, da una declaración ante medios afuera de sus instalaciones en Manila, el viernes. EFE

El Congreso de Filipinas votó el viernes en contra de renovar la licencia de emisión a ABS-CBN, el mayor grupo mediático del país y el canal de televisión más antiguo del Sudeste Asiático, que ha sido uno de los medios más críticos con la gestión del populista presidente del país, Rodrigo Duterte.

El comité de licencias legislativas debía decidir si otorgaba una nueva licencia de emisión por 25 años a la cadena, y terminó votando en contra de ello por 70 votos, con solo 11 favorables y una abstención.

El gobierno, a través de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, ordenó el 5 de mayo el cierre de ABS-CBN, así como de otras 42 cadenas de televisión del mismo grupo mediático en el país, pero es ahora cuando se da el paso definitivo al no renovar su licencia de emisión.

La diferencia de tiempo se debió a que se presentaron ante el Congreso hasta 11 propuestas de ley pidiendo la renovación de la licencia, lo que retrasó el proceso en estos más de dos meses.

El medio, que en total cuenta con 11 mil trabajadores, se convirtió en los últimos tiempos en uno de los focos de las críticas de Duterte, que les ha acusado de publicar noticias “injustas”, por lo que numerosos grupos de derechos humanos y organizaciones de periodistas ven el cierre definitivo de la cadena como un ataque a la libertad de prensa orquestado por el gobierno.

“Desde que el dictador Ferdinand Marcos cerrara ABS-CBN y otros medios en 1972 bajo la ley marcial, éste es el mayor golpe a la libertad de prensa. Este paso consolida la tiranía de Duterte, quien atacó a la cadena por negarse a seguir su línea y criticar la guerra contra las drogas”, lamentó el subdirector para Asia de Human Rights Watch, Phil Robertson.

De hecho, Duterte había amenazado en varias ocasiones con cerrar el medio, la última vez en diciembre, cuando instó a los dueños de la corporación a vender la compañía para evitar problemas.

El enfado del mandatario con la cadena se gestó en la carrera presidencial de 2016, cuando ABS-CBN no emitió un anuncio electoral de la campaña de Duterte, ya pagado, porque no contaba con el visto bueno de la Comisión Electoral.

Tras la negativa del Congreso a renovar su liencia, el presidente de ABS-CBN, Carlo Katigbak, aseguró: “Seguiremos comprometidos con nuestro servicio público y esperamos encontrar otro modo de cumplir nuestra misión. Junto con nuestros trabajadores y audiencias de todo el mundo, compartimos la tristeza por este contratiempo”.