Ciudad de México.- Entre ondeante tela blanca, que lo mismo subió, cayó al piso y se plegó adquiriendo diferentes formas, la compañía Realizando Ideas llevó a la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes la puesta coreográfica creada por Jessica Sandoval, Juana de Arco o la imposibilidad de ser.
En un despliegue de técnica y coordinación que contó con el acompañamiento musical de obras de Giuseppe Verdi y Krzysztof Penderecki, el público asistente presenció la batalla que la valerosa heroína francesa enfrentó con las voces dentro de su ser, sus convicciones y creencias.
“Amo estas tierras, amo mi patria, estoy dispuesta a defenderla”. Son las proclamas que realiza. “Dejen que los tiranos teman”, se escucha con firmeza.
La coreografía inspirada en la Doncella de Orleans —título que adquirió por guiar a su ejército a la victoria contra los ingleses— intercaló, además, textos que pronunciaron luchadores sociales o gobernantes que han guiado a sus pueblos en tiempos de guerra como Winston Churchill, Salvador Allende y la reina Isabel I.
Andrea Rivas fue la encargada de dar vida a la protagonista y Gabriela Rosero, a Las voces de Juana. Ambas se llevaron por su interpretación la ovación del público. En escena las acompañaron la soprano Rebeca de Rueda, el actor Raúl Mendoza como El rey y Ana Paulina Esparza, Ximena Marván, Susana Mayen, Arturo Serrano y Antonio Soria como el pueblo.
La creación, dirección y coreografía del montaje inserto en el marco de la Temporada de Danza 2018 en el Palacio de Bellas Artes es de Jessica Sandoval, la dramaturgia es de Aurora Cano, el diseño de vestuario de Sara Salomón, la escenografía de Fernando Feres y la iluminación de Yonatan Mendelsberg.
Juana de Arco o la imposibilidad de ser no es simplemente la historia de una joven del siglo XV, se puede situar en cualquier época, ya que todavía restan muchas batallas por librar para tener una sociedad más justa.
Como parte del texto escrito por Jessica Sandoval para el programa de mano de su montaje se puede leer: “Hablar de Juana de Arco es hablar de una luchadora social. Fue una joven heroica inspiradora de masas, visionaria con espíritu inquebrantable, convicción, carácter, fortaleza y autoconfianza.
“Me interesa darle voz y cuerpo al espíritu de este personaje que rompió todas las convenciones sociales de su época y enfrentó al poder desafiando su rol dentro del sistema. Juana de Arco es una de las más rebeldes y admirables mujeres de la historia.
“Es urgente mirar hacia otro lado, cambiar nuestro entorno profundamente, y reparar lo que está roto en nosotros, como individuos y sociedad. Esta puesta en escena es una evocación a ese espíritu guerrero”.