En el DF, los políticos del gobierno local, los diputados de la ALDF, algunos amigos del Jefe de Gobierno y el círculo cercano a las autoridades capitalinas están de fiesta, se regodean, se abrazan y brindan por el “triunfo” que el Congreso de la Unión (diputados y senadores) avalara, autorizara, diera luz verde para que la capital de la república deje de ser un “ente federal”, diría la Constitución un Distrito que depende de la presidencia del país y se convierta en el Estado 32 del Pacto Federal.
Hasta antes del triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, en 1997, en elección abierta, que lo convirtió en el primer Jefe de Gobierno votado, esta oficina que se localiza en el Zócalo del DF, era administrada, regenteada, designada por el Presidente de la República en turno. Así fue durante 7 décadas, en que el PRI ejerció la “dictadura perfecta”, la orden de colocar a un administrador de la ciudad venía de Los Pinos y sucumbía ante los intereses del Jefe mayor.
Pero los capitalinos en 1997 decidieron que eso se acababa, en elección popular y por mayoría de votos, el hijo del “Tata” (Lázaro Cárdenas del Río), Cuauhtémoc, fue elegido primer Jefe de Gobierno, independiente del priismo, para gobernar con las siglas del PRD, con autonomía de gestión, salvo en dos carteras, la Procuraduría de Justicia y Seguridad Pública, que eran avaladas por Los Pinos, a propuesta del inquilino del Antiguo Ayuntamiento.
Estos fueron los números finales para la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal en 1997: Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, PRD 48.11% de votos, Alfredo del Mazo González, PRI, 25.58% y Carlos Castillo Peraza (qepd) PAN 15.58%, inobjetable y contundente. Han pasado 19 años de gobiernos de izquierda, salvo el de Mancera, que se considera “sin partido” que buscaron siempre la independencia política, económica y administrativa del DF.
Hoy, “al sin partido” Miguel Ángel Mancera Espinosa, sus amigos, su primer círculo, los oportunistas y advenedizos le cuelgan el triunfo, el logro del Estado 32, cuando la realidad es circunstancial, una casualidad –de ser al gobernante en el año, la hora y el momento de darse-; pero esta conclusión viene de más atrás y nadie, absolutamente nadie, ha reconocido -siquiera recordado- que los documento, actas, trámites y gasto político data de la V Legislatura de la ALDF, que presidió de 2009 a 2012, la Dip. Alejandra Barrales Magdaleno, ella sí perredista de origen, -no como aquel- que inició junto con la Comisión de Gobierno el trámite ante el Senado (aun con sede en Xicoténcatl #9)
Con las vicisitudes del caso, la Presidenta de la Comisión del DF, del Senado, la priista María de los Ángeles Moreno Iruegas, “enlató” el expediente para dejarlo dormir el sueño de justos, pues en Los Pinos no querían la reforma política del DF, y por ende su independencia total, por la importancia política, social, económica, estratégica, de votos, logística, etc. Pasaron casi 6 años para darle curso y ante el reclamo popular y político de los capitalinos, no le quedó de otra al PRI y a su primer priista, aceptar y “dejar pasar” la Reforma Política del DF, para darle potestad e independencia a la capital de la república.
Remontémonos al 11 de agosto de 2010, cuando la Comisión de Gobierno de la V ALDF, integrada por los Diputados, Alejandra Barrales Magdaleno (PRD) Presidenta, Mariana Gómez del Campo (PAN), Israel Betanzos Cortés (PRI), Adolfo Orive Bellinger (PT), Raúl Nava Vega (PVEM), junto con otros miembros de la misma, llegaron al Senado para entregar en propia mano al Presidente de la Junta de Coordinación Politica, el panista Gustavo Madero Muñoz, el abultado expediente con la Propuesta, consensuada, analizada, debatida, revisada y aprobada por la ALDF para iniciar trámites, análisis y discusión en ambas Cámaras para dar mayoría de edad a la Ciudad de México.
En ese evento, Barrales Magdaleno dijo que “además de dotar de plenos derechos a los capitalinos, será posible que el DF cuente con su propia Constitución y la ALDF se convierta en un Congreso local. Queremos, insistió, al igual que el resto de los Estados de la República tomar nuestras propias decisiones, como las que tiene que ver con seguridad, educación, procuración de justicia y presupuesto”.
Continuó “para aquellas voces que pudieran sentirse excluidas de esta Propuesta de Reforma Política del DF, este es un esfuerzo institucional de cada uno de los partidos que tienen representación en la Ciudad de México. Sabemos que la ruta no es sencilla. Este es un documento propuesta que buscamos se asuma como parte del cuerpo de una iniciativa. Ojala el Senado de la República quiera regalar a los capitalinos una razón más para celebrar estas próximas fechas del Bicentenario, qué mejor para quienes vivimos en esta Ciudad que celebrar sabiendo que podemos construir nuestra propia Constitución”, concluyó
Madero, por su parte, señaló que “la entrega de esta Propuesta coincide con el inicio de la discusión de la Reforma Política del Estado y con el inicio del periodo ordinario de sesiones, programado el primero de septiembre próximo. “En esta óptica creemos que es una magnífica oportunidad tener este encuentro y recibir de ustedes de manera directa los acuerdos que lograron construir”,
El panista Madero, entregó a su similar del PRI. María de los Ángeles Moreno, la documentación recibida y ella de inmediato la “enlató”.
Bueno… esta es la historia. Hoy, todos se “cuelgan la medallita” y se sienten triunfadores, cuando la verdad, es que, insisto, son circunstancias que les haya tocado la decisión final del Congreso. Ellos, encabezados por Mancera, no lo lograron.
En los discursos previos, iniciales y sus peroratas siguientes Mancera no ha reconocido, mencionado y exaltado la labor de los pioneros de este esfuerzo y lo peor, algunos de mis colegas con espacio similar (Columnas) han desbordado elogios, al grado de hazaña, en favor de Miguel Ángel Mancera, dejando mucho que desear de su ética e imparcialidad que debemos demostrar.
Ninguno de ellos ha mencionado, siquiera por dignidad, a los Asambleístas de la V Legislatura de la ALDF, como reconocimiento a su aportación, visión, alcances, labor e interés por lograr un anhelo que por más de un siglo se buscó: convertir al DF, en el Estado 32 de la República Mexicana.
El 20 de enero de 2016 La Comisión Permanente del Congreso de la Unión (Diputados y Senadores), hizo la declaratoria de constitucionalidad de la Reforma Política de la Ciudad de México y la remitió al Ejecutivo federal para su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y entrada en vigor.
Al acto protocolario fue invitado, por protocolo, NO por merecimiento, el actual Jefe de Gobierno, MAM, como testigo nudo de una meta que tiene más de 7 años de iniciada y que a él le toco, por circunstancias, estar ahí.
Nadie del actual gobierno capitalino puede erigirse como artífice de este alcance político/social, fueron otros hombres y mujeres –hoy ignorados por Mancera- quienes impulsaron, empujaron, exigieron, trabajaron por dar la mayoría de edad a la Ciudad de México, entre ellos Barrales, Gómez del Campo, Betanzos, Orive, Nava, Alavez, Pederzini, Moreno y decenas más.
El Estado 32 de la República, La Ciudad de México, fue un logro de gestiones anteriores, que nadie se cuelgue hoy, especialmente la gestión mancerista, este paso histórico.
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT)