EL NOI DEL SUCRE Y SU PUNK ANARQUISTA LLENAN DE ENERGÍA Y EMOCIÓN EL ESTADIO FRAY NANO EN LA CDMX

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El pasado sábado 22 de febrero, el Estadio Fray Nano en la Ciudad de México (CDMX) se convirtió en el epicentro de una noche inolvidable, llena de energía, pasión y fraternidad, con la presentación del legendario grupo español de punk anarquista El Noi del Sucre, liderado por el carismático Lorenzo Morales. Este concierto, que reunió a bandas emblemáticas del punk y anarcopunk, no solo fue un éxito en términos de asistencia, sino que también dejó una huella imborrable en el corazón de los asistentes, quienes vivieron una experiencia única llena de momentos memorables.

Desde las primeras horas de la tarde, el ambiente alrededor del Estadio Fray Nano era palpable. Decenas de punks y amantes de la música contestataria comenzaron a congregarse, luciendo sus chaquetas llenas de parches, camisetas de bandas y consignas pintadas a mano. El aroma a incienso y cerveza se mezclaba con el sonido de guitarras afinándose y las risas de amigos que se reencontraban después de mucho tiempo. Era evidente que esta sería una tarde especial.

Cuando El Noi del Sucre finalmente tomó el escenario, el estadio estalló en aplausos y gritos. Lorenzo Morales, con su icónica presencia y su voz llena de pasión, saludó al público con un cálido “¡Hola, México! ¡Gracias por recibirnos con tanto cariño!”. Desde el primer acorde, la conexión entre la banda y el público fue mágica. Canciones como “Los Miserables”, “Lágrimas de sangre”, Para Elisa”, “Los Olvidados”, “Los pobres no tienen patria” y hasta el cover de Iggy Pop “El pasajero” resonaron como himnos, coreadas a todo pulmón por miles de personas que saltaban, bailaban y abrazaban a desconocidos como si fueran viejos amigos.

Morales, entre canción y canción, compartió reflexiones profundas y emotivas sobre la lucha social, la importancia de la solidaridad y la resistencia frente a la adversidad y por supuesto su papel como anarquista en México. En un momento especialmente conmovedor, dedicó “Resistiré” a todos los que han luchado por un mundo mejor, provocando lágrimas y abrazos entre el público, sin contar esa gran versión de “La llorona” muy a su estilo que desató euforia en la audiencia. El ambiente era tan intenso que incluso los miembros de la banda no pudieron evitar emocionarse, agradeciendo al público mexicano por su calor y energía.

Su show terminaría con las canción es “A mi manera” y un excelso “Ni Dios ni amo” que resonó en todo lo alto, convirtiéndose este, en uno de los mejores conciertos en lo que va del año año, no solo por el gran despliegue del Noi del Sucre y todas las bandas invitadas, sino también y sobre todo, por el gran ambiente festivo que los asistentes tuvieron en un reencuentro generacional ineludible.

El evento no solo brilló por la presencia de El Noi del Sucre, sino también por las actuaciones de las bandas invitadas, que elevaron el ánimo del público y prepararon el terreno para una noche épica. Garrobos hizo suyo el escenario con una explosión de energía con temas como “Sangre”, Caballos”, Sacude el cráneo” y muchos más, , mientras Masacre 68 rindió homenaje al movimiento estudiantil de 1968 con una actuación llena de rabia y nostalgia muy a su estilo con temas que se han convertido en himnos como “No estamos conformes” o “Masacre 68”. Bloody Benders aceleró el ritmo con su punk rápido y agresivo, y Migraña Social cautivó con su crítica mordaz y su sonido contundente.

Entre bandas, el ambiente era de camaradería total: grupos de amigos compartían bebidas, extraños se abrazaban y todos coreaban consignas de resistencia y libertad. El sonido de las guitarras, los tambores y las voces se mezclaban con risas, aplausos y gritos de emoción, creando una atmósfera única que solo el punk puede ofrecer en una tarde que hizo de este uno de los eventos dignos de recordarse.

Más allá de la música, el concierto fue un espacio de reflexión y unión. Colectivos sociales y activistas tomaron el micrófono entre presentaciones para hablar sobre la importancia de la lucha social, la defensa de los derechos humanos y la solidaridad internacional, como sucedió con el caso de los danzantes aztecas que hicieron un gran papel previo a la presentación del Noi del Sucre. Los puestos de fanzines, arte gráfico y merchandising de las bandas fueron un punto de encuentro para los asistentes, quienes intercambiaban ideas, compraban recuerdos y apoyaban a los artistas independientes.

El Estadio Fray Nano, iluminado por las luces del escenario y el brillo de las estrellas, que no opacó la pertinaz lluvia que se presentó, se convirtió en un símbolo de resistencia y fraternidad. El éxito del evento no solo se midió por la cantidad de asistentes, sino por la calidad de los momentos compartidos: abrazos, risas y cánticos que demostraron que el punk sigue siendo un movimiento vivo y necesario.

La presentación de El Noi del Sucre en la CDMX, acompañada de un cartel de lujo, fue mucho más que un concierto: fue una celebración de la vida, la lucha y la música. Lorenzo Morales y su banda, junto con las agrupaciones locales, crearon una atmósfera mágica que tocó el corazón de todos los presentes. Este evento no solo será recordado como uno de los mejores conciertos de punk en la ciudad en lo que va del año, sino también como una muestra de que, en un mundo lleno de caos, la música y la solidaridad pueden unir y llenar de esperanza a los que creen en un mundo mejor.

Los asistentes salieron del estadio Fray Nano con el corazón lleno y la mente inspirada, sabiendo que habían sido parte de algo único. ¡Larga vida al punk anarquista y a momentos como este, que recuerdan porqué vale la pena seguir luchando!