El Nuevo Aeropuerto de Texcoco, “Caja Chica” del gobierno que se fue

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La voracidad del Grupo Atlacomulco es depredadora no sólo de las finanzas públicas, sino del entorno donde se desarrolla el Nuevo Aeropuerto en Texcoco. Y ante la llegado de un nuevo gobierno, busca cómo dar continuidad al magno negocio iniciado por el presidente saliente Enrique Peña Nieto.
Ante la depredación del entorno que afecta directamente a 15 municipios del Estado de México, representantes de ejidos, ambientalistas y representantes de la oposición aseguran que el auténtico negoció son los terrenos alrededor del NAIM.
El punto nodal de la construcción del nuevo aeropuerto es la opacidad y el privilegio para determinadas constructoras favoritas del gobierno del hoy expresidente Enrique Peña Nieto, quien tiene a Gerardo Ruiz Esparza, su secretario de Comunicaciones y Transportes, como el “hombre de negocios”
Según la Dirección del Desarrollo Económico del municipio de Texcoco, la zona conurbada al proyecto ha generado un aumento del valor de los terrenos, lo que antes costaba dos mil 500 pesos por metro cuadro, pasó a cinco mil pesos o más, aunque también hubo quien llego a comprar el metro cuadrado a pesos, los ex dueños una vez que se dieron cuenta del verdadero valor real, reaccionaron y exigen el pago justo.
Habitantes de San Salvador Atenco, Teotihuacán, Chimalhuacán, y otras comunidades ejidales como San Bernardino, San Felipe, Santa Cruz de Abajo y Santa Isabel Ixtapan, denunciaron el acaparamiento de tierras ejidales y su especulación.
Es imperativo la incorporación del Observatorio Ciudadano para atender casos de corrupción, ya que el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, dependiente de la SCT, bloqueó la participación de Transparencia Mexicana para apoyar en el manejo de datos abiertos.
Por otro lado es urgente solventar las observaciones que ha hecho la Auditoría Superior de la Federación, sobre las pérdidas económicas debido a la falta de planeación de la macro obra, respecto a la falta de requisitos obligados y sobre pagos a constructores, sobre denuncias de concursantes por licitaciones amañadas y por las afectaciones a comunidades aledañas a minas de donde se extrae material como tezontle para el NAICM.