El PRI-Gobierno le falló a los mexicanos en materia económica y de seguridad al grado que esta última, hoy es el principal problema que perciben los ciudadanos en el lugar donde viven, afirmó el Presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Marko Cortés Mendoza.
“El gobierno federal está reprobado en materia de seguridad porque no quiso, no pudo o no supo ejecutar una estrategia que devolviera la paz a los hogares, como lo prometieron en campaña; por el contrario, las cosas han empeorado”, añadió.
Expuso que el dato que acaba de presentar el INEGI de que el 75 por ciento de la población mayor a 18 años se siente insegura en la ciudad donde vive es alarmante, que las autoridades no deberían minimizar. Incluso, en el caso de las mujeres, es de un 80.5 por ciento la percepción de inseguridad.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, elaborada por el INEGI el último semestre de 2017, se concluye que los ciudadanos tuvieron que recurrir a cambios de rutinas por miedo a ser víctimas de la delincuencia en lugares tan comunes como un cajero automático, el transporte público y la calle y los mercados de la zona donde vive.
“En estos cinco años de gobierno priista hemos sido testigos del incumplimiento de la propuesta peñista de reducir la violencia a la mitad; lo que nos deja es una promesa vacía porque no pudo definir una estrategia seria y coherente para enfrentar a la delincuencia e inseguridad”, precisó.
Cortés Mendoza insistió que la Ley de Seguridad Interior por sí misma no resolverá el problema de inseguridad, sino que más bien lo que México necesita es una estrategia integral que abarque todos los aspectos del fenómeno delincuencial, desde la prevención, investigación, sanción y readaptación.
Por ello, expresó su confianza en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación declarará la inconstitucionalidad de la Ley de Seguridad Interior, o en su caso, eliminando o corrigiendo diversos aspectos de dicha Ley de Seguridad Interior para que su uso sea transitorio, limitado y verdaderamente excepcional; y entonces sí, el Congreso tome el asunto de la seguridad desde una perspectiva integral, fortaleciendo y coordinando los mandos policiales federales, estatales y municipales.
“Estamos ante el final de un sexenio que deja muchos rezagos, pero el que más impactó a los ciudadanos fue la omisión de este gobierno para responder a la demanda de seguridad, por eso nuestra confianza en que vendrá el cambio para alcanzar un México más seguro, en donde el Estado proteja eficazmente la vida, la seguridad personal y la propiedad de las familias mexicanas”, concluyó.