Por Mariana Morán, Presidenta de Equidad, Libertad y Género, A.C
En medio de la cotidianidad e incertidumbre, aparecen datos que pueden alentar la participación de la mujer en la vida pública y generar cambios sustanciales en la manera en la que se incide en las políticas públicas.
La participación de las mujeres en cargos públicos permite contar con la diversidad necesaria para mantener la representatividad de la población de sus países, desarrollar políticas incluyentes y tener modelos a seguir que promuevan mayores niveles de participación de talento femenino en las nuevas generaciones.
La diversidad en las posiciones de liderazgo del sector público en México es cada vez más representativa del número de mujeres que conforman nuestro país. Esto podría influir positivamente en las decisiones que se toman, la innovación y la resolución de los problemas sin precedentes que se enfrentan, gracias a que se cuenta con diferentes perspectivas.
En la realidad post pandémica, por ejemplo, las fortalezas personales reconocidas por las mujeres en posiciones de liderazgo para superar la crisis son la adaptabilidad, agilidad y resiliencia (65%); la inteligencia emocional y la conexión con otras personas (57%); el pensamiento estratégico, la visión y la innovación (49%), así como la capacidad de trabajar en equipo (45%). Todas estas habilidades pueden contribuir de forma importante al sector público.
Actualmente, México se encuentra en el lugar 34 de 156 y en cuarto lugar a nivel regional en el índice global Gender Gap 2021, del Foro Económico Mundial. Este índice evalúa cuatro dimensiones:
La participación y oportunidades en la economía, el logro educativo, salud y supervivencia y el empoderamiento político
Con tales parámetros, al ritmo actual, se requerirán más de cien años para cerrar la brecha de género a nivel global. Sin embargo, la brecha del empoderamiento político es la mayor de las cuatro registradas.
En los 156 países considerados en el estudio del WEF, las mujeres representan solo 26.1% de los 35,500 escaños en los parlamentos, y solo 22.6% de más de 3,400 ministros en todo el mundo. En 81 países, no existe una mujer como jefa de Estado al 15 de enero de 2021.
Falta mucho para alcanzar paridad de género en la política, pero México se encuentra a nivel global entre los primeros 20 lugares: las mujeres ocupan más posiciones en el sector público, y también entre los seis países en Latinoamérica con más participación en cámaras de diputados (48.2%), al igual que entre los cinco países con mayor participación en posiciones ministeriales (42.1%).
Estos hallazgos constituyen un mensaje alentador, ya que contar con mujeres en cargos públicos podría traducirse en acciones, programas y políticas públicas que denoten mayor empatía con las necesidades de las mujeres en diversos ámbitos.
En la iniciativa privada, en el 2020 se logró rebasar el tope del 30% con mujeres en los cargos de dirección a nivel global. México se ubicó en un nivel alto con 28%. Hay avances, pero también mucho trabajo para disminuir la brecha generacional en oportnidades de crecimiento.