Expertas de diversas disciplinas reunidas en la mesa de análisis Erradicar la violencia de género: ¿Cómo hacer para tener mejores resultados?, consideraron que la educación es fundamental para solucionar este problema.
Señalaron que ese flagelo no comienza con un golpe o un asesinato; esos actos son parte del fenómeno que en realidad se inicia con las condiciones de desigualdad y la falta de acceso a una serie de bienes y derechos sociales y humanos.
Tamara Martínez Ruiz, coordinadora para la Igualdad de Género de la UNAM, explicó que para atenderlo en la UNAM se implementaron estrategias de sensibilización y prevención; se realizaron reformas e instrumentaron acciones jurídicas que garantizan la permanencia de las estrategias hacia la paridad y la transformación social y cultural en la materia.
En el marco del Seminario internacional virtual “Políticas públicas para la transformación social global en la era pospandémica”, que organiza el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad, explicó que en la instancia a su cargo se trabajan nueve ejes, entre ellos: legislación con perspectiva de igualdad de género; transversalización de políticas institucionales en la materia; inclusión; cultura comunitaria para la igualdad sustantiva; prevención de la violencia de género, y programas de docencia e investigación con perspectiva de género.
Abundó que a ocho meses de la creación de esa Coordinación se emprendieron diversas acciones, como revisión de los pliegos petitorios y conflictos emergentes, talleres, cursos y pláticas de sensibilización.
Asimismo, actividades de formación para transformar, poco a poco, las prácticas de la vida pública y privada; y el impulso de la armonización de la normatividad universitaria en este campo.
Se apoya y fortalece la Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención de la Violencia de Género, para que la comunidad sepa qué hacer y a dónde acudir, al tiempo que se impulsa la creación de comisiones internas para la igualdad de género, órganos auxiliares de las entidades universitarias para desarrollar la política institucional en la materia y prevenir cualquier tipo de discriminación y violencia por razones de género. “Hay que buscar y arraigar la permanencia de la paridad de género”, sostuvo Tamara Martínez.
En su intervención, Raquel Ramírez Salgado, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, señaló que para combatir este fenómeno social que también afecta a las niñas, hay que reconocer a los derechos humanos como la estructura ética y política que posibilita defender la vida y la dignidad.
Lydiette Carrión, escritora y periodista independiente, dijo que al pensar en la violencia de género se remite a su culminación más dolorosa: el feminicidio, la violencia sexual o el infanticidio. La solución, opinó, debe ser sistémica, integral y profunda.
Para Nadine Gasman Zylbermann, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, la emergencia sanitaria expuso a escala mundial que la violencia de género es la segunda epidemia que no se detiene; ejemplo de ello es que una de cada tres mujeres sufrió violencia física o sexual por parte de su pareja o expareja.
La activista Verónica Villalvazo, conocida como Frida Guerrera, consideró que la raíz del problema es una sociedad falta de guía, descompuesta, que dejó de lado los límites y la capacidad de analizar consecuencias, lo cual generó una anarquía que ha llevado, en los últimos años, a los niveles de violencia que se padecen.