En la temporada de frío, los vasos sanguíneos se contraen para conservar el calor corporal (vasoconstricción), lo cual incrementa las posibilidades de obstrucción y de que sobrevenga un paro cardíaco. El riesgo se eleva en las personas que padecen enfermedades crónico-degenerativas, obesidad, adicción al tabaco, hombres y mujeres mayores de 50 años de edad.
El jefe delegacional de prestaciones médicas, Armando Sánchez Espinoza, explica que el infarto es un proceso irreversible que se origina por una obstrucción en las arterias coronarias, la cual disminuye el flujo o el riego sanguíneo y provoca la muerte de una parte del tejido de corazón.
La literatura médica explica que en tiempo de frio, las arterias se estrechan para retener el calor y mantener la temperatura del cuerpo; de esta manera se incrementan las posibilidades de trombosis fundamentalmente en personas con factores de riesgo.
Lo anterior, obliga a exhortar a la derechohabiencia para que extreme las acciones preventivas ya que las temperaturas bajas, debilitan las defensas del organismo y se eleva el riesgo de complicación.
Las recomendaciones son llevar una dieta adecuada, practicar deporte, evitar sedentarismo, obesidad, tabaquismo y alcohol. Dormir cuando menos ocho horas y atender las recomendaciones de salud en el sentido de aplicarse las vacunas y detecciones necesarias.
Otros aspectos que no se deben dejar pasar son el consumo abundante de agua, evitar lugares concurridos, lavar las manos con frecuencia y/o utilizar gel antibacterial.
