• Desde hace más de veinte años, doña Tere comercializa juguetes tradicionales.
• Baleros, trompos, yoyos y marionetas forman parte de la oferta.
Mario y Sofía curiosean entre los puestos de juguetes tradicionales que se ubican en el Mercado 44 en el corazón de Xochimilco. Los ojos del pequeño observan las marionetas, alebrijes y carritos de madera; se muestra indeciso.
Mientras, su hermana Sofía, observa las pirinolas, algunos juegos de mesa e instrumentos musicales construidos de madera. A metro y medio de distancia, su madre los observa, mientras les aconseja que elijan lo que van a pedir a Los Reyes Magos.
En vida moderna los juguetes tradicionales han sido reemplazados por electrónicos; sin embargo, aún existen niños como Mario y Sofía que prefieren los creados por manos de artesanos mexicanos.
Doña Tere, comerciante en el Mercado 44 desde 20 años, narra que estos juguetes provienen principalmente del Estado de México y Michoacán.
Marionetas, baleros, xilófonos, trompos, pizarrones, tambores, guitarras, yoyos, trenes, dominós, pirinolas, matracas y caballitos, hechos de madera son parte de su variada oferta que junto a las alcancías de yeso y las loterías de cartón, pintan de colores su puesto.
Asegura que en comparación con los juguetes modernos, los tradicionales son más baratos, pues hay desde diez hasta 100 pesos. Además, afirma que desarrollan la imaginación y destreza de los pequeños.
Por si Los Reyes Magos buscan un regalo auténtico, en el puesto de Doña Tere se venden trajineras a escala, que asegura la locataria, navegan con facilidad en las piletas o tinas que pueden simular los canales del bello Xochimilco.
Cabe destacar que el Mercado 44 es considerado de los más antiguos de la Ciudad de México; su origen se remonta a la época Virreinal. Actualmente cuenta con más de 450 locales.