Emilio Lozoya Austin, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), llegó con un enorme retraso a su cita ante el José Artemio Zúñiga en el Reclusorio Norte, en donde se lleva a cabo su audiencia por el caso Odebrecht.
Entre empujones y gritos, el exfuncionario peñista arribó en automóvil a las instalaciones en punto de las 09:00 horas de este miércoles 3 de noviembre, no obstante, no se le permitió la entrada con el vehículo y tuvo que descender e ingresar a pie.
A su llegada, decenas de medios de comunicación esperaban la aparición pública de Lozoya Austin, quien el mes pasado fue captado por la periodista Lourdes Mendoza cenando despreocupadamente en el restaurante de lujo Hunan, ubicado en Lomas de Chapultepec.
Con cubrebocas, Lozoya tuvo que ser ayudado para evadir a la prensa, a quien no le dirigió ni una sola palabra.
En un video compartido por La-Lista incluso se observa cómo el exfuncionario se tropezó con alguna persona y casi cae al suelo, acto inmediato, volteó con ojos recelosos y señaló para ver quién era el culpable.
La audiencia será únicamente sobre el caso Odebrecht, sobre el cual se le acusa haber recibido sobornos de hasta 10.5 millones de dólares.
Es la primera vez que el exfuncionario acude de manera presencial a una audiencia desde su extradición a México, ocurrida el pasado 17 de julio del 2020.
El lunes Lozoya Austin solicitó por sexta vez una nueva prórroga para poder presentar presuntas pruebas de sobornos sobre implicados en la trama Odebrecht.
Sin embargo, contrario al deseo de Lozoya Austin, la Fiscalía General de la República (FGR) ha solicitado al juez que dé por cerrado el plazo de la investigación complementaria y con ello entonces formalizaría su acusación y solicitaría abrir un juicio.
No obstante, será el propio juez quien deberá tomar la decisión de si aplaza o no la audiencia.
De acuerdo con las acusaciones, Emilio Lozoya recibió sobornos de la empresa Odebrecht por más de 10 millones de dólares a cambio de beneficiar a la firma con la adjudicación de obras durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, mientras el ahora imputado era director de Pemex.
Asimismo, enfrenta una segunda acusación por haber recibido ilegalmente beneficios de la compra que Pemex hizo de la Planta Nitrogenados a la compañía de Alonso Ancira, Altos Hornos de México, la cual se realizó con un sobreprecio de 3.5 millones de dólares.
