El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría Treviño, dice que es factible crecer a una tasa promedio de 4% en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, e incluso 6% al cierre de la administración, pero sin un Estado de derecho “no se va a ir muy lejos”.
En entrevista, explica que aunque “no hay receta” para lograr un crecimiento, es necesario seguir un orden para lograr tasas altas y sostenidas.
“Primero hay que tener estabilidad política y social; después estabilidad económica y finanzas públicas sanas, luego, muy buenas políticas de cambio estructural, y finalmente políticas de innovación, que es toda la parte digital”.
Para el exsecretario de Hacienda y Relaciones Exteriores, todos esos elementos “debes tenerlos en el contexto del Estado de derecho, porque si no, no va a ir muy lejos”.
Durante su visita al país, deja claro que sí se puede llegar a tasas de 4% e incluso más, como resultó cuando fue titular de Hacienda en el gobierno de Ernesto Zedillo, cuando se logró crecer 4% en promedio en el sexenio, e incluso se alcanzó 7% en el último año de gobierno.
Políticas públicas. Gurría Treviño afirma que el debate no debe ser qué tan neoliberal es o no un país, y que lo importante es ver si lo que hay son mejores o peores políticas públicas.
“Las manifestaciones de las buenas políticas se traducen en buenos resultados y las de las malas políticas con malos resultados”.
Añade: “La verdad es que no existe ninguna situación químicamente pura y ni siquiera sé que signifique neoliberal… soy un testigo privilegiado porque tengo casi 50 años de mi vida en el sector público, entonces he visto de cerca qué es lo que pasa con el mundo y con México. Así que insisto, nadie es ni totalmente neoliberal, ni no neoliberal”.
Por eso hay que entender por qué se habla de eso en el Plan Nacional de Desarrollo, porque es una forma de comunicar que estamos en otra época, pero en la práctica nadie se va a oponer a una buena política fiscal o a reducir la deuda, detalla.
Resultados paulatinos. Dice que los resultados de las políticas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se verán poco a poco.
“Vamos a ir viendo, poco a poco como van. Hay etapa de diseño, de reformas, luego hay proceso en que las leyes se presentan, se negocian, aprueban, y después hay varias fases de implementación”.
Sin embargo, tras las reformas “viene la realidad, porque la implementación quiere decir, mecanismos, nombramientos, ver si los sistemas están en marcha, tenerlos listos, y ya luego viene el contacto con agentes económicos, financieros, sociales y medios ambientales, gobiernos o la gobernanza de los temas”.
Por ello advierte que “son etapas y cada una de las acciones, o de cualquier política pública van a tomar años en dar resultados”.
Hay que ver cómo le fue a México con las políticas de otros sexenios y cuántos años pasaron para ver resultados, además de que hubo gobiernos que gastaron de más y se sobreendeudaron. Ahora empezamos “con una nueva colección de reformas, unas pasan conforme hablo y otras que ya se dijo no se intentarían hasta después de la primera mitad del gobierno, como la fiscal”.
Grandes retos. Gurría Treviño expone que México “tiene muchas virtudes y retos”, por ejemplo, el tema de la pobreza, la informalidad, las pensiones, la baja productividad y un tema que no es nuevo, pero que se convirtió en vulnerabilidad: Pemex.
“Las petroleras son como un músculo, la columna vertebral, la fuerza y riqueza, porque paga otras políticas públicas”. El problema, explica, es que a Pemex se le quitó 60% del ingreso bruto por años y se generó una pérdida artificial, porque se endeudaba para pagar impuestos.
Todo ese problema de quitarle recursos provocó que le bajaran la calificación a la petrolera y surge la pregunta “¿cuánto tiempo falta para que contamine a la calificación país?”.
Por eso, podrían usarse los 290 mil millones de pesos que tiene el fondo de contingencia petrolera que serían 15 mil millones de dólares “muy buenos para aplicarlos a la contingencia que hoy existe en Pemex” para que sea una “empresa normal y no aumente la deuda pública”.
Sin viejos pobres. Para el secretario general de la OCDE, los programas de apoyo a los adultos mayores que creó la actual administración se justifican porque “tenemos un esquema de pensiones lleno de agujeros”, además de que tenemos 60% de informalidad, que son personas que no cuentan con plan de pensiones.
El problema de la población que trabaja en la informalidad es que al llegar a edad adulta no pueden jubilarse ni tener una pensión digna. “En el fondo [con la pensión que se da en esta administración] aseguramos que no tengamos generación de viejos pobres”.
En el caso de los apoyos a jóvenes que estudian la preparatoria, dice que 800 pesos mensuales son un monto discreto o modesto que puede ayudarles en algo, comida o pasajes, principalmente.
“Creo que son políticas sociales de apoyo, pero hay otras muy importantes que se ponen en práctica que son de una envergadura mayor y sin el propósito de apoyar a grupos vulnerables”, como el de Jóvenes construyendo futuro, al que es muy importante que se le siga la pista.