- Necesidad de accionistas con imperativos climáticos son armónicas entre sí.
Se acaba el tiempo para resolver la crisis climática, y las empresas están bajo una presión cada vez mayor para liderar la carga, dice Edgar Shwartz, Director de Solventium, restructuradora de crédito.
A nivel mundial se reconoce el transporte y la generación de electricidad como las dos mayores fuentes de emisiones de carbono. Esto es un “código rojo” para la humanidad para trabajar en economías más verdes, dijo Schwartz.
El directivo dijo que sin importar las políticas gubernamentales, la iniciativa privada debe crear nueva tecnología de eficiencia energética y comprometerse a reducir las emisiones a través de soluciones basadas en la naturaleza.
“Existen tres acciones que se pueden generar de inmediato en las empresas: Medir y gestionar las emisiones de las propias operaciones in situ y trabajar para alimentar las operaciones con energía renovable. También descubrir las huellas ambientales creadas por los socios a lo largo de la cadena de suministro y ponerse a favor de la política climática”, aseguró el experto en finanzas.
Asimismo, conviene ser más transparentes con el público y los reguladores gubernamentales sobre lo que hacen para mitigar las emisiones. “Esto es especialmente importante porque hay mucha incertidumbre en torno a las métricas y la terminología de volverse verde”, aseguró el directivo de Solventium.
Aseguró que se trata de iniciativas que la IP no puede soslayar más: El cambio climático aumenta la frecuencia, gravedad y costos de los desastres relacionados con el clima como huracanes, sequías e inundaciones.
Por otra parte, el riesgo climático es el riesgo de inversión según Shwartz. Las empresas tienen una responsabilidad fiduciaria con los accionistas para analizar los riesgos relacionados con el cambio climático, como analizar si las empresas adoptan prácticas de fabricación más ecológicas o aún dependen de los combustibles fósiles.
De hecho, es posible abordar las necesidades de los accionistas mientras se piensa en el cambio climático. Si se piensa como un problema económico, representa un riesgo material para el negocio si se está en el lado equivocado de la transformación y se opta por soluciones verdes el mercado recompensará, dijo el representante de Solventium.
Asimismo, la tecnología, regulación, disrupción de la industria y otros factores ejercerán fuerza sobre las empresas que se niegan a cambiar. Y la presión resultante impactará las operaciones y el reclutamiento y la retención de empleados y clientes.
Las iniciativas ESG (Gobierno social, ambiental y corporativo) no pueden postergarse más. Vivimos un momento trascendental en el futuro de la economía, empresas y vida en el mundo, aseguró el director de Solventium.