Expertos del INAH descubren en fosa de ex hacienda, Xico. Tributo al dios Tláloc, de hace mil 300 años

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Valle de Chalco Solidaridad. Mex. – Desde hace aproximadamente una década, el Arquitecto Ramón Montalvo Hernández, presidente municipal constitucional, se ha ocupado por establecer la auténtica identidad histórica del pueblo vallechalquense, el rescate y rehabilitación de la ex hacienda de Xico, es una de tantas preferencias, que se ha fijado como meta, sin soslayar la ejecución de grandes obras de infraestructura social.

Montalvo Hernández, ha puesto gran interés en el salvamento y recuperación de la que fuera la ex hacienda de Xico. Durante los trabajos de recuperación del histórico inmueble que por extenso periodo de años estuvo en el absoluto abandono, sin embargo descubrimientos, históricos encontrados durante la serie de excavaciones en el área del predio de la ex hacienda Xico, son de indiscutible valor fidedigno, como lo muestra el más reciente descubrimiento, de la ofrenda a Tláloc de hace mil 300 años.

Como parte de las labores de rehabilitación en el predio de la ex hacienda Xico, personal experto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en conjunto con empleados de la presente administración, recientemente realizaron un hallazgo al descubrir un brasero con representaciones del Dios de la Lluvia, Tláloc. Los historiadores, calculan la pieza,  data del año 650. D.C, al igual que el registro de arquitectura vinculada a un grupo de élite venido de la gran metrópoli, refieren que Xico fue un centro urbano con un complejo sistema político administrativo.

La pieza descubierta mide aproximadamente 50×40 centímetros presenta al personaje central custodiado por un par de representaciones de Tláloc, deidad de la lluvia, escena enmarcada por una serie de aplicaciones al pastillaje que componen una iconografía alusiva a la fertilidad, elementos que tras su restauración arrojarán datos del contexto funerario al que esta asociada al brasero tipo teatro, señalan expertos del INAH.

Antropólogos del INAH, comentaron que las tareas de salvamento arqueológico que lleva a cabo desde 2015 en ese lugar, han dejado ver que mientras los grupos étnicos locales tenían sus casas y talleres de trabajo en la ribera, de lo fue la extensa laguna de Xico, los espacios de habitación y estructuras de orden religioso de la élite se encontraban en un promontorio sobre el que siglos más tarde se desplantó el casco de la hacienda de Iñigo Noriega.