Por Elvia Martínez G.
En México y el mundo la lucha contra el cáncer continua, no solo en los tipos más conocidos, sino en los de menor prevalencia en la población como el cáncer de cabeza y cuello cuya existencia y factores son prácticamente desconocidos para la población mexicana a pesar de colocarse en el sexto lugar de incidencia tumoral, según cifras de la Organización Mundial de la Salud.
El cáncer de cabeza y de cuello se puede localizar en diversos puntos como son la cavidad oral, las glándulas salivales, en la faringe, laringe, en los senos paranasales y cavidad nasal, también se incluye el cáncer de cerebro, ojo, esófago, glándula tiroides, huesos craneales, cuero cabelludo, piel y músculos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología de la Secretaría de Salud, en nuestro país el cáncer de cabeza y de cuello representa el 17.6% de la totalidad de los tumores malignos, y es responsable de 2,053 decesos al año (cifras Globocán 2012). Del porcentaje mencionado, el 12% son carcinomas de vías aero-digestivas, de los cuales 65% son diagnosticados en etapas avanzadas con un pronóstico de supervivencia muy bajo.
Especialistas en cáncer de cabeza y de cuello explicaron que ese padecimiento comienza usualmente en las células que revisten las superficies húmedas y mucosas del interior de la cabeza y del cuello; por ejemplo, dentro de la boca, la nariz y la garganta.Ante ello, llamaron a crear consciencia ante los factores que más se relacionan con esta enfermedad: tabaquismo, alcoholismo y Virus del Papiloma Humano (VPH) y acudir regularmente al médico puede evitar la mortalidad entre los pacientes en edades productivas.
Según la ubicación y estadio del tumor, el tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia y terapia dirigida. Otra opción aprobada recientemente en México de tipo escamoso recurrente o metastásico (SCCHN) con progresión de la enfermedad o después de la terapia basada en platino, es la inmunoterapiaque consiste en el uso de medicinas que estimulan el propio sistema inmunológico del paciente para que reconozca y destruya las células cancerosas con mayor eficacia.
Actualmente existen inmunoterapias que han demostrado una mejora en la sobrevida global a un año y un 30% de reducción del riesgo de muerte en pacientes con ese padecimiento de tipo escamoso recurrente o metastásico.